Spencer Stone, de 23 años; Alek Skarlatos, de 22 -los dos soldados estadounidenses de vacaciones en Europa-; su amigo Anthony Sadler, de 23; y el británico Chris Norman, de 62 años, fueron condecorados con las insignias de caballeros de la Legión de Honor en una ceremonia solemne en el Palacio del Elíseo de París.
“El viernes por la tarde, un individuo decidió cometer un atentado en el Thalys. Tenía suficientes armas y municiones para provocar una verdadera matanza. Y lo hubiera hecho si ustedes no lo hubieran controlado asumiendo todos los riesgos, incluso el de su propia vida”, declaró el jefe de Estado galo.
“Para atestiguarles nuestra gratitud, quise, de manera excepcional, entregarles la Legión de Honor, la más alta distinción posible”, agregó.
Mientras tanto, en las afueras de París, en las oficinas de la policía antiterrorista, los investigadores continuaban este lunes interrogando al atacante, Ayoub El Khazzani, un marroquí de 25 años, que pasó su tercera noche en detención.
El hombre, fichado por los servicios de inteligencia de cuatro países europeos, niega la motivación terrorista y defiende que pretendía llevar a cabo un robo. Su detención para interrogatorio puede prolongarse hasta el martes por la noche.
Numerosos periodistas siguieron la ceremonia, a la que también asistieron el primer ministro francés, Manuel Valls, su homólogo belga, Charles Michel, y la embajadora de EEUU en Francia, Jane Hartley, además de varios ministros franceses.
La más alta condecoración francesa también se entregará en una ceremonia posterior a un pasajero francés -que desea mantener el anonimato- y que fue el primero en intentar neutralizar al atacante, y al franco-estadounidense Mark Moogalian, de 51 años, que resultó herido de bala y sigue ingresado en un hospital de Lille (norte).
Ayoub El Khazzani sostiene que encontró por casualidad el fusil kalashnikov en una maleta en un parque cercano a la estación ferroviaria de Bruselas, donde dormía con otros sin techo. Afirma que tuvo la idea de utilizarlo para robar a los pasajeros del Thalys, según una fuente cercana al caso.
De acuerdo la abogada que lo asistió en las primeras horas de su detención, en la localidad francesa de Arras (norte) , el marroquí, que cumplirá 26 años el 3 de septiembre, estaba “asombrado de que a su acción le atribuyeran un carácter terrorista”.
La abogada describió a un hombre “esquelético”, “poco instruido” y “perdido”.
Su padre, Mohamed El Khazzani, que vive en Algeciras (España), que no ha hablado con su hijo “desde hace más de un año”, lo describió como “un buen muchacho” que trabajaba mucho. “No hablaba nunca de político, sólo de fútbol y de pesca”, declaró al diario británico The Telegraph.
Los investigadores privilegian empero la hipótesis de un ataque terrorista que hubiera podido provocar una matanza. Aparentemente hubo una cierta preparación y el sospechoso llevaba dos teléfonos celulares, que están siendo analizados.
“No se necesitan ocho cargadores para desvalijar un tren”, indicó el domingo Anthony Sadler.
Su kalashnikov “parecía encasquillada o que no funcionaba”, precisó Spencer Stone. Además del fusil de asalto, el atacante tenía nueve cargadores llenos, una pistola automática Luger y un cúter, con el que hirió a Stone.
Según la investigación, el sospechoso subió al tren de alta velocidad “en Bélgica con las armas, sin duda adquiridas en Bélgica, y tenía documentos de identidad emitidos en España”, donde vivió de 2007 a 2014, y donde llamó la atención con discursos favorables a la yihad.
Según los servicios españoles, habría viajado de Francia a Siria, lo que él niega, y habría regresado después a Francia.