Las plantaciones fueron detectadas esta semana durante operativos realizados en el trópico de Cochabamba (centro del país) por unidades mixtas de la Policía y el Ejército junto a responsables de la Fiscalía y el Gobierno, según la edición digital de La Razón. Los cultivos ilegales estaban en un área cercana al límite entre el departamento de Cochabamba y la región amazónica de Beni.
“Ahí lo único que tienen son chozas, los cultivos del arbusto y a su lado las pozas de maceración, o sea, que esta coca lo único que hace es alimentar al narcotráfico ” , afirmó a los periodistas el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres. Los agentes destruyeron en el lugar nueve pozas de maceración, así como una hectárea de los cultivos, indicó el alto funcionario.
Bolivia es, junto a Perú y Colombia, uno de los tres principales productores mundiales de hoja de coca, planta que en el país andino tiene usos culturales y medicinales, pero de la que también se desvía un alto porcentaje al narcotráfico para la producción de cocaína.
Según datos del Gobierno boliviano, en lo que va del año, la fuerza antinarcóticos de este país decomisó 17,7 toneladas de cocaína y hasta julio pasado destruyó más de 5.300 hectáreas de cultivos ilegales de hoja de coca, lo que sobrepasa la meta anual que establece la legislación antidroga para esa operación.
El Ejecutivo que preside Evo Morales ha expresado en varias ocasiones su deseo de elevar de 12.000 a 20.000 las hectáreas de plantaciones de coca permitidas legalmente, aunque un estudio financiado por la Unión Europea y el Gobierno local estableció el año pasado que Bolivia no necesita más de 14.705 hectáreas para cubrir la demanda de la planta para usos legales.