Esta semana, la Comisión Histórica de Alabama anunció que en el Río Mobile se han encontrado lo que se estima son los restos del Clotilda, la embarcación que en 1860 transportaba 110 africanos a territorio estadounidense, medio siglo después de que se prohibiese la importación de esclavos, y fuera quemada por orden de su capitán, William Foster.
“La evidencia física y forense sugiere fuertemente que este es el Clotilda”, indicó a la radio pública (NPR) James Delgado, arqueólogo marino que participó en la investigación. Aun cuando no hay vestigios del nombre Clotilda en los restos hallados, el equipo de investigadores realizó pruebas que los ha llevado a afirmar que se trata de aquel barco que, según los registros históricos, tras navegar cuatro meses en el Atlántico fue quemado para ocultar la evidencia del delito.
Los restos de la embarcación encontrada en junio del año pasado muestran rastros de haber sido, efectivamente, quemada, que era una de las principales pistas que los investigadores seguían.
El Clotilda fue el último barco del que se tiene registro que transportó esclavos desde África a Estados Unidos, país que prohibió la importación en el año 1808. Timothy Meaher, un acaudalado terrateniente y constructor naval de Alabama, fue quien ideó el plan y reclutó a otros empresarios descontentos por el aumento del precio de los esclavos en Estados Unidos, tras el veto a la importación desde África.
El anuncio del pasado miércoles sobre el Clotilda ha sido recibida con júbilo por los descendientes de las víctimas del desafortunado viaje, una travesía que refleja “una de las épocas más oscuras de la historia moderna” , como dijo la directora ejecutiva de la comisión en Alabama, Lisa Demetropoulos Jones.
“Los descendientes de los sobrevivientes del Clotilda han soñado con este descubrimiento por generaciones” , afirmó Demetropoulos Jones durante una conferencia con motivo del anuncio.
Los africanos trasladados como esclavos y que sobrevivieron al incendio y naufragio de la embarcación levantaron una comunidad en Mobile, Alabama, llamada Africatown.
Uno de los últimos sobrevivientes del Clotilda fue Cudjo Lewis, quien fue entrevistado en 1927 por la antropóloga Zora Neale Hurston, a quien narró los horrores que vivió durante la fatídica travesía y que luego la investigadora incluyó en su libro “Barracoon”.
Un año atrás, un grupo de arqueólogos pensó que habían encontrado los restos del Clotilda, pero tras varias pruebas los investigadores determinaron que no se trataba de aquel fatídico barco.
Los investigadores descubrieron más bien que en una zona pantanosa infestada de cocodrilos y serpientes de agua lo que quedaba del Clotilda.
La posterior investigación fue desarrollada en conjunto por, entre otras instituciones, el Black Heritage Council, la National Geographic Society y el Smithsonian National Museum of African American History & Culture.
Alabama inauguró recientemente el Museo Nacional en Homenaje a la Paz y la Justicia, que muestra lo que fue la esclavitud y más de 4.000 linchamientos que padecieron los afroamericanos en uno de los períodos más oscuros de la Historia de Estados Unidos.