Ferguson es el sitio en donde el pasado agosto un joven negro murió por disparos de un policía blanco, lo que desencadenó protestas en todo el país.
Belmar señaló en una rueda de prensa que los disparos contra los policías se produjeron por “cualquiera que fuera la nefasta razón” para hacer daño a los agentes. “Fue realmente una emboscada”, dijo.
Una de las víctimas es miembro del cuerpo de policía del condado de San Luis, de 41 años, y fue herido en el hombro derecho.
El otro herido es un agente de la cercana ciudad de Webster Groves, del mismo condado, tiene 32 años y recibió el impacto de bala en la mejilla. El proyectil le quedó alojado a la altura de la oreja y tuvo que ser intervenido para su extracción.
Los agentes estaban uno al lado del otro frente a la central de Policía de Ferguson, adonde habían acudido como refuerzo ante las protestas desatadas tras la dimisión del jefe del departamento, Thomas Jackson.
La policía está investigando el ataque y todavía no hay ningún sospechoso detenido.
Belmar, aunque aseguró que los dos policías se recuperarán, dijo que “podríamos haber enterrado a dos oficiales”, afirmó.
El ataque se produjo cuando parecía que la protesta se estaba dispersando, explicó Belmar.
Según han contado algunos testigos a la cadena CNN, los disparos provinieron de una pequeña colina cercana a la comisaría.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, destacó la labor de la policía “que arriesga su vida a diario para proteger al público” y lamentó que hayan sido “objetivo intencional” de un ataque.
La Patrulla de Carreteras de Misuri está lista para ayudar en la investigación, según indicó, en coordinación con el Departamento de Policía de San Luis, al tiempo que pidió la colaboración ciudadana.
“Es imperativo que cualquiera que tenga información sobre el tiroteo lo diga inmediatamente para poder detener y llevar ante la justicia a los responsables de estas acciones sin sentido”, dijo Nixon en un comunicado.
El tiroteo se produjo en una noche en la que varias decenas de personas se manifestaron frente al departamento de policía de Ferguson tras la dimisión este miércoles del que hasta ahora era su jefe, Thomas Jackson, después de que la semana pasada el Departamento de Justicia publicase un informe sobre Ferguson.
El informe cuestionaba las prácticas tanto de la Policía como de las autoridades y la Justicia de esa localidad y hacía alusión a prácticas continuadas de discriminatorias de los agentes.
La renuncia de Jackson era una de las reclamaciones principales de las protestas registradas en esa localidad de Misuri tras la muerte del joven Brown, que iba desarmado, a manos de un agente blanco en circunstancias por esclarecer en pasado agosto.