“Sr presidente, renuncie por dignidad ya”, “NO más corrupción, el pueblo grita”, “Ya no más corrupción y saque”, “Otto Pérez, Guatemala no te quiere” y “Otto te toca” renunciar, escribieron en carteles los manifestantes, quienes abarrotaron la Plaza Central, frente al antiguo Palacio de Gobierno en el centro histórico de la capital.
En la marcha participaron indígenas, estudiantes universitarios, familias, cristianos y varios sectores sociales. Las actividades comenzaron en horas de la madrugada en ese mismo escenario con una jornada de oración, convocada por varias iglesias evangélicas y se tiene previsto que finalice en horas de la noche con una marcha nocturna.
En varias ciudades del interior del país también hubo marchas similares.
Pese al clamor de distintos sectores guatemaltecos para que renuncie, Pérez ha insistido en varias ocasiones que cumplirá su período constitucional, que culmina el 14 de enero de 2016.
La crisis gubernamental estalló el pasado 16 de abril cuando se reveló la existencia de una red de fraude fiscal en las aduanas, un escándalo que provocó la renuncia de la vicepresidenta Roxana Baldetti el 8 de mayo, ante marchas convocadas por redes sociales para manifestar indignación.
Además, la semana pasada fueron arrestados los jerarcas del Banco de Guatemala (central), Julio Suárez, y del Seguro Social, el militar Juan de Dios Rodríguez, cercano a Pérez, acusados de un fraude por unos 15 millones de dólares en esta última institución.
Aunque Baldetti no ha sido acusada penalmente, la Fiscalía guatemalteca abrió el miércoles una investigación por corrupción en su contra tras revelarse la red de defraudación en las aduanas en la que estaría involucrada y por ello embargaron cuentas bancarias e investigan sus propiedades.
“Este movimiento no tiene ideología, sencillamente el pueblo ya se hartó de la corrupción y está pidiendo un alto”, dijo a la AFP el estudiante universitario Julio Zúñiga, quien llevaba en la espalda una bandera con los colores azul y blanco del país.
Los inconformes además claman por una “refundación” del Estado a través de una reforma constitucional, empleo digno, cese de la violencia, acceso a la salud y educación y combate a la impunidad.