“Sí, hay unos enviados a Noruega”, confirmó en un acto político en Caracas el jefe parlamentario, a quien medio centenar de países reconocen como mandatario interino.
Guaidó matizó que “no hay ningún tipo de negociación” con Maduro, al que el Parlamento de mayoría opositora considera ilegítimo, sino contactos bajo “un esfuerzo de Noruega en una mediación” planteada desde hace meses, sin que las partes en conflicto hayan sostenido aún un cara a cara.
Mas tarde, Maduro, sin confirmar los encuentros, indicó en una alocución en cadena obligatoria que Jorge Rodríguez, su ministro de Comunicación y parte de su círculo más cercano, está “en una misión muy importante para la paz del país (...) en Europa”, y regresará en las próximas horas.
La radiotelevisión pública noruega NRK informó que representantes de Maduro y de Guaidó sostenían desde hace varios días “negociaciones de paz” , que culminaban este jueves.
Según Guaidó, “es la segunda vez” que Noruega invita a representantes suyos y de Maduro, con quien está trenzado en una batalla por el poder desde hace casi cuatro meses en el país petrolero, hundido en la peor crisis socioeconómica de su historia reciente.
Los enviados opositores son el vicepresidente del Parlamento, Stalin González, y el exdiputado Gerardo Blayde, dijo Guaidó.
Es solo “la intención de un país” de “mediar en una crisis que tiene hoy proporciones mundiales”, insistió Guaidó, afirmando que la iniciativa de Noruega se suma a las de países como Canadá y el Grupo de Contacto de naciones europeas y latinoamericanas, con cuyos delegados se reunirá este jueves en privado en Caracas.
Para que haya una reunión directa entre las partes es indispensable “que se acuerde la agenda de cese de la usurpación” del poder por parte de Maduro, con miras a establecer un “gobierno de transición” que convoque a “elecciones libres”, subrayó Guaidó, rechazando cualquier “negociación falsa” que oxigene al mandatario socialista.
El ingeniero de 35 años dijo entender lo “polémico” que puede ser para sus seguidores una negociación, con el recuerdo de varios intentos anteriores fracasados, el último de ellos en 2017 en República Dominicana, que derivó en el adelanto a mayo de 2018 de unas presidenciales en las que Maduro fue reelecto y que la oposición boicoteó alegando que no había garantías.
Pero “tenemos que responsablemente explorar las opciones” , alegó Guaidó. Noruega tiene una larga tradición de “facilitador” en los procesos de paz en el mundo. En Oslo se firmaron los acuerdos israelo-palestinos y se llevaron a cabo las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC en 2016.
De hecho, a diferencia de gran parte de los países europeos, Noruega no reconoció a Guaidó como presidente encargado, lo que fue percibido entonces como una voluntad de intermediación. Analistas recibieron con prudencia los pasos en Noruega.
“Cuando las dos partes se sienten fuertes normalmente no se dan procesos de negociación”, dijo a la AFP Benigno Alarcón, experto en resolución de conflictos.
Alarcón considera que Maduro puede usar los acercamientos para “ganar tiempo” y dividir a la oposición, que por su parte los aprovecharía para “reorganizar una estrategia” que luce estancada. “Es importante no alimentar demasiadas esperanzas”, declaró a su vez Benedicte Bull, profesora de la Universidad de Oslo.
Desde que se proclamó presidente interino el 23 de enero, Guaidó ha liderado manifestaciones multitudinarias en las que llama a los militares a dar la espalda al gobernante, pero las convocatorias han tenido poco eco desde una fallida sublevación militar el 30 de abril.
El opositor ha multiplicado en los últimos días sus contactos con Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, que forma parte del Grupo de Lima de países americanos críticos de Maduro, y con un delegado de la cancillería británica, Hugo Shorter, representante del Grupo de Contacto.
Además, Guaidó anunció que Carlos Vecchio, su representante en Washington, se reunirá el próximo lunes con el Comando Sur de Estados Unidos, que no descarta una opción militar en la crisis venezolana. Maduro, aferrado al apoyo de Rusia y China, tilda a Guaidó de “títere” de Estados Unidos.