“Se recomienda a los pasajeros con llegada o salida del Reino Unido que se aseguren de que los aparatos electrónicos que transportan en su equipaje de mano estén cargados”, dijo un portavoz del ministerio. En caso contrario, no podrán subir al avión con teléfonos, ordenadores o tabletas.
Por razones de seguridad, el ministerio no precisó que destinos u orígenes se verán particularmente afectados, pero aseguraron que harán lo posible para “reducir las molestias”.
Estas medidas copian las dictadas por Estados Unidos para los vuelos que salen o aterrizan en su territorio, entre temores al desarrollo por yihadistas de bombas mucho más difíciles de detectar.