Fuentes del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad informaron hoy a Efe sobre la aprobación de ese texto en el Consejo de Ministros que el Ejecutivo celebrará mañana.
La nueva legislación garantiza los cuidados que las instituciones sanitarias estarán obligadas a proporcionar a los pacientes en sus últimos momentos de vida para evitar sufrimientos innecesarios.
El consentimiento informado, los cuidados paliativos, la declaración de voluntad vital anticipada, la intervención en el ámbito de la sanidad, la limitación del esfuerzo terapéutico, la sedación paliativa y la situación terminal son algunas de las cuestiones que recogerá la nueva ley.
Con la nueva legislación, el ejecutivo central pretende unificar la normativa en el conjunto del Estado español después de que la comunidad autónoma de Aragón se convirtiera en la segunda región que aprueba una ley de este tipo, siguiendo a Andalucía, que fue pionera en ese ámbito.
La ministra española de Sanidad, Leire Pajín, destacó que "los cuidados paliativos no son un privilegio sino un derecho" y que el Gobierno tiene la "obligación ética" de elaborar una normativa que lo regule.
En este contexto, a modo de ejemplo, recordó que el 60 por ciento de los pacientes enfermos de cáncer y el 30 por ciento de los no oncológicos necesitan cuidados paliativos.
El texto pretende regular el acceso a los cuidados paliativos para mitigar el dolor en enfermos terminales, garantizar sus derechos en la última etapa de su vida y proporcionar seguridad a los profesionales de la sanidad que trabajan en este campo.
La ministra de Sanidad puntualizó que la normativa no regula la eutanasia, sino que pretende paliar el sufrimiento de las personas con patologías irreversibles.
La nueva legislación garantiza los cuidados que las instituciones sanitarias estarán obligadas a proporcionar a los pacientes en sus últimos momentos de vida para evitar sufrimientos innecesarios.
El consentimiento informado, los cuidados paliativos, la declaración de voluntad vital anticipada, la intervención en el ámbito de la sanidad, la limitación del esfuerzo terapéutico, la sedación paliativa y la situación terminal son algunas de las cuestiones que recogerá la nueva ley.
Con la nueva legislación, el ejecutivo central pretende unificar la normativa en el conjunto del Estado español después de que la comunidad autónoma de Aragón se convirtiera en la segunda región que aprueba una ley de este tipo, siguiendo a Andalucía, que fue pionera en ese ámbito.
La ministra española de Sanidad, Leire Pajín, destacó que "los cuidados paliativos no son un privilegio sino un derecho" y que el Gobierno tiene la "obligación ética" de elaborar una normativa que lo regule.
En este contexto, a modo de ejemplo, recordó que el 60 por ciento de los pacientes enfermos de cáncer y el 30 por ciento de los no oncológicos necesitan cuidados paliativos.
El texto pretende regular el acceso a los cuidados paliativos para mitigar el dolor en enfermos terminales, garantizar sus derechos en la última etapa de su vida y proporcionar seguridad a los profesionales de la sanidad que trabajan en este campo.
La ministra de Sanidad puntualizó que la normativa no regula la eutanasia, sino que pretende paliar el sufrimiento de las personas con patologías irreversibles.