Lang, ministro socialista durante el mandato del presidente francés François Mitterrand (1981-95), recordó en un comunicado que la relación de “fidelidad y de amistad” que García Márquez tenía con Castro le permitió a él conseguir entrevistarse con el líder cubano en 1982.
Y destacó que, “gracias” al escritor colombiano, se obtuvo “la liberación de varios poetas encarcelados que luego acogimos en Francia”.
“Aunque a veces fue controvertido por sus compromisos políticos, lo admiran a la vez las élites y los pueblos de América Latina y del conjunto de los países del mundo”, señaló el antiguo titular francés de Cultura, que fue el que invitó a García Márquez a la ceremonia de entrada en funciones de Mitterrand en París el 21 de mayo de 1981.
Después de eso, el escritor acompañó al entonces jefe del Estado francés a un viaje a Cancún, en México, y el mismo Jack Lang fue invitado por él a Colombia, para convencer a las autoridades del país de crear un Ministerio de Cultura.
El actual director del Instituto del Mundo Árabe de París insistió en que su “amigo incomparable” Gabo “era sobre todo un escritor que dominó la escena mundial de la cultura con toda la potencia de sus epopeyas coloridas y jadeantes”, “un gigante de la literatura latinoamericana”.
“Gabo pertenece para siempre a nuestros imaginarios colectivos” y “su marcha es para todos un terrible desgarro”, concluyó Lang.