El delicado proceso, que se alargará hasta finales de 2014, comienza dos años y medio después de que Fuskushima fuera golpeada por un tsunami, lo que causó la mayor crisis nuclear de la historia junto al accidente de Chernóbil en 1986.
La operadora Tokyo Electric Power (TEPCO) deberá retirar y trasladar a un depósito más seguro los 1.533 manojos o haces de barras de dióxido de uranio que yacen en la piscina de combustible gastado de la unidad 4 desde marzo de 2011.
La cubierta del reactor 4 de Fukushima quedó gravemente dañada por el tsunami, lo que provocó que muchos escombros cayeran en la piscina de combustible, un factor que preocupa a los técnicos de la central, que no descartan que esto cause complicaciones en la retirada de las barras.
La Autoridad de Regulación Nuclear nipona (NRA) exigió a TEPCO retrasar dos semanas el inicio de la retirada del combustible para realizar primero varias pruebas y mejorar la seguridad del delicado procedimiento.
Esta operación de retirada de combustible nuclear da por finalizada una primera fase que consistió principalmente en llevar a parada fría los reactores así como en la limpieza y retirada de escombros.
La retirada del resto de combustible gastado en las unidades de la 1 a la 3, mucho más afectadas por el tsunami y la alta radiación, comenzarán a partir de 2015, según los planes de la eléctrica.
El proceso total de desmantelamiento se espera que se prolongue durante cerca de 40 años.