Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, la mayor de Irak, fue conquistada por los yihadistas el 17 de mayo después de una amplia ofensiva y una retirada caótica de las fuerzas iraquíes. El primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, prometió recuperar esta región de manos del EI. Su pérdida constituyó un importante revés que impulsó a Irak y Estados Unidos a revisar su estrategia contra el EI.
El EI controla la mayoría de la provincia de Al Anbar —donde se implantó desde enero de 2014— extendiendo sus límites desde la región de Bagdad hasta las fronteras siria, saudí y jordana. En el marco de la operación iniciada el martes, unos 4.000 hombres -soldados, policías, milicianos chiitas y miembros de tribus sunitas— se dirigieron desde el sur de la provincia de Saladino hacia la provincia fronteriza de Al Anbar, de donde avanzaron hacia Ramadi.
El nombre dado a esta operación —"A rus órdenes, Husein”, una referencia al chiismo— fue criticada por el influyente jefe chiita Moqtada Al Sadr, quien alega que puede avivar las tensiones confesionales con los sunitas, mayoritarios en esta región.
Las fuerzas iraquíes tomaron dos barrios de Ramadi y se acercan a la universidad de Al Anbar, anunciaron este miércoles sus responsables. Para ayudar a desalojar a los yihadistas de Ramadi —situada a 100 kms al oeste de Bagdad— el primer ministro iraquí recurrió a las Unidades de Movilización Popular (Hashd Al Shaabi en árabe), una fuerza paramilitar mayoritariamente chiita que ya ayudó al ejército en su lucha contra el EI.
Las principales milicias de estas Unidades desempeñaron un papel clave en exitosas operaciones contra el EI en diversas zonas al norte de Bagdad, pero se las ha acusado de cometer abusos y de llevar a cabo ejecuciones sumarias. En Ramadi, el ejército, la policía y estas milicias tomaron el control de los barrios de Al Taesh y Al Hmeyrah, según un coronel del ejército.
“Los combates hicieron huir al Estado Islámico” y “las fuerzas iraquíes y de Hashd tomaron el control de dos barrios. También lograron entrar en la universidad pero aún deben liberarla” , agregó la fuente. Al Hmeyrah, Al Taesh y la Universidad están situadas del otro lado de la carretera principal que rodea Ramadi.
Según Raja Al Isaui, miembro del consejo provincial de Al Anbar, la recuperación de estos dos sectores al sur de la ciudad es “importante para cortar las líneas de suministro” del EI.
Los más de 3.000 bombardeos aéreos de la coalición liderada por Washington no han conseguido sin embargo impedir el avance del EI, que ha extendido su “califato”, proclamado en junio de 2014, entre Siria e Irak.
En Siria, aprovechando la guerra civil, el grupo yihadista se amparó de extensas regiones y el pasado 21 de mayo consiguió controlar la ciudad antigua de Palmira, en el desierto fronterizo con Irak. Pero los yihadistas también han sufrido reveses en Siria. Las fuerzas armadas kurdas expulsaron a los combatientes del EI de 14 localidades cristianas asirias del noreste de Siria, que controlaban desde febrero pasado, anunció el miércoles una ONG.
“Al término de una ofensiva de diez días, los combatientes kurdos tomaron el control, al inicio de la semana, de las 14 localidades asirias que el grupo EI controlaba desde febrero”, dijo a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) , con sede en Gran Bretaña. El OSDH también afirmó que las fuerzas kurdas reconquistaron Mabruk, al suroeste de la ciudad de Ras al-Ain, fronteriza con Turquía, donde vivían 50.000 personas antes hasta 2011.