Fuerzas iraquíes desactivan explosivos en Ramadi entre gran destrucción

BAGDAD. Las fuerzas iraquíes trabajan en la desactivación de artefactos explosivos colocados por los yihadistas en edificios y calles de Ramadi, donde reina una relativa calma un día después de la expulsión del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

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Fuentes militares explicaron que estas tareas llevarán tiempo debido a la gran cantidad de explosivos y a que es difícil hallarlos entre los escombros. Los edificios y la infraestructura de Ramadi, capital de la provincia occidental de Al Anbar, sufren una gran destrucción a causa de los combates y bombardeos que siguieron a la conquista de la urbe en mayo pasado por el EI.

También dificulta su búsqueda el hecho de que los yihadistas ocultaron muchos de los artefactos para impedir que las fuerzas de seguridad los detecten, según las fuentes. Solo ayer, los expertos desactivaron unas 350 bombas en el complejo gubernamental, situado en el centro de Ramadi y cuyo control recuperaron las fuerzas gubernamentales el pasado domingo.

Las fuentes dijeron que los barrios residenciales que van quedando gradualmente limpios de explosivos son entregados por los militares a la Policía local para que se responsabilice de su control. Esto permitirá a las fuerzas armadas centrarse en otras operaciones militares para expulsar al EI de otras localidades de Al Anbar que siguen en sus manos, como Faluya, la segunda ciudad de la provincia.

La situación en Ramadi es de tranquilidad y pasan entre una y dos horas sin que se escuche el sonido de armas de fuego, agregaron las fuentes.

Por otro lado, las fuerzas del Ejército iraquí y de la lucha antiterrorista evacuaron a más de 350 civiles, en su mayoría niños y mujeres, que el EI había mantenido retenidos en los barrios de Al Zila, Albualuan y Al Yamaia, en el centro de Ramadi. Estas personas fueron entregados a la Policía local para ser trasladadas a los campamentos de desplazaos, situados en la localidad de Al Habaniya, 30 kilómetros al este de Ramadi.

Tras el anuncio oficial ayer de la liberación de Ramadi, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, prometió que en 2016 se logrará “la victoria final” contra el EI y se eliminará al grupo terrorista. Al Abadi adelantó que se acerca la hora de recuperar también el control de la ciudad de Mosul, el principal feudo de los yihadistas en Irak, lo que supondrá -agregó- “el golpe definitivo contra Daesh”.

La pérdida de Ramadi es un duro varapalo para los yihadistas y permitirá a las fuerzas gubernamentales centrarse en la ofensiva de Mosul, que fue conquistada por el EI en junio de 2014.

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