El Airbus A330 de la compañía italiana Alitalia llegó a la nueva terminal dos del aeropuerto internacional de Tocumen a las 16:15 hora local (18:15 hora paraguaya), donde fue recibido por el presidente panameño, Juan Carlos Varela, y su esposa y primera dama, Lorena Castillo.
Apenas se asomó a la puerta del avión, casi 20 minutos después del aterrizaje, Francisco se quitó el solideo debido a la fuerte brisa que soplaba en Tocumen y comenzó a bajar las escaleras, a cuyo pie le esperaba la pareja presidencial panameña.
Los tres caminaron de inmediato por una alfombra roja, mientras sonaba el himno de la JMJ, hasta una carpa blanca, donde escucharon los himnos del Vaticano y el de Panamá y el sumo pontífice fue saludado por ministros del Gobierno panameños y obispos.
El papa se detuvo unos minutos para observar la presentación de unos niños y jóvenes que bailaban música típica panameña, mientras conversaba alegremente con el presidente panameño.
Cuando parecía que iba a tomar el auto blindado que lo transportará hasta la capital panameña, se desvió y se acercó a los invitados especiales ubicados en un lado de la pista, que agitaban banderitas panameñas y vaticanas, le gritaban “papa, papa”, y utilizaron sus teléfonos móviles para tener un recuerdo de este momento.
Francisco besó al menos a dos bebés que estaban entre el público, entre ellos uno que cargó el presidente Varela para poder acercárselo.
El pontífice finalmente abordó el auto negro blindado, un modelo híbrido modesto, pero bajó los vidrios, y comenzó cerca de las 17:00 hora local (19:00 en Paraguay) a salir de la terminal aérea mientras era escoltado por vehículos, motos y agentes de seguridad a pie.
Grupos de personas se apostaron en algunos puntos de la carretera que conduce desde el aeropuerto hasta la capital para saludar al santo padre a su paso.
Francisco recorrerá casi 20 kilómetros en el auto blindado hasta el Hospital San Fernando, en la capital, donde abordará el papamóvil para recorrer 7 kilómetros saludando a la gente.
Tras ese recorrido de acercamiento al público, se espera que aborde nuevamente el auto blindado y se dirija a la Nunciatura, donde se hospedará durante su estancia en Panamá.
Esta es la segunda visita de un papa a Panamá, después de la visita de Juan Pablo II en 1983 en la que solo estuvo un día, y la primera de Jorge Bergoglio a este país centroamericano, al que han llegado miles de peregrinos para participar en la JMJ.
“Es una JMJ no sólo de Panamá, sino de toda la región centroamericana. Una región en la que los jóvenes están sufriendo mucho y en este sentido el mensaje del papa para los jóvenes no sólo es para los panameños, sino también para todos los pueblos de la región”, ha dicho el director interino de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.