En el movimiento telúrico de magnitud 7,1, Wesley perdió a su esposa, quien no logró sobrevivir cuando su casa se derrumbó, así como su equipo fotográfico, parte de su archivo e inventario de su empresa, dedicada a comercializar útiles para profesionales como chalecos y bolsas.
El fotógrafo mexicano tiene una hija de cinco años, Amara, que resultó ilesa porque durante el terremoto estaba en la escuela.
La subasta, organizada por compañeros de Wesley, comenzó a mediodía en el Centro de la Imagen de la Ciudad de México y se extendió durante más de seis horas, en las que se ofertaron cerca de 300 imágenes, donadas por fotógrafos nacionales y extranjeros.
La que prometía ser la joya de la subasta, la fotografía de Guzmán (Colonia, Alemania, 1911-Ciudad de México, 1982), fue adjudicada después de una reñida disputa, tras la cual se convirtió en la pieza a la que se le asignó el valor más alto.
Se trata de una impresión única en color, a partir del negativo original y que cuenta con certificado de autenticidad.
Con un precio de salida de 10.000 pesos (521 dólares), fue donada por Fundación Televisa, dueña del archivo del fotógrafo, conocido por trabajos como el que realizó en la Guerra Civil española (1936-1939).
En la subasta, que recibió el nombre de “Foto x Wesley”, también estuvo disputada una fotografía de Pedro Mera que refleja el momento en el que una persona es rescatada de un edificio colapsado el 19 de septiembre en la Ciudad de México, y es recibida por un mar de manos alzadas.
La imagen, con un fuerte carácter simbólico, fue adjudicada por 22.500 pesos (1.172 dólares).
También salieron a subasta, entre otras, la foto de la explosión del volcán de Colima con la que Sergio Tapiro fue premiado por National Geographic, y otra de Jorge Núñez, editor de fotografía de Efe en México, protagonizada por un niño haitiano que perdió a sus familiares en el terremoto de 2010.
No es la primera vez que los fotógrafos mexicanos idean una iniciativa similar en solidaridad con alguno de sus colegas.
En ocasiones anteriores se organizaron subastas en memoria de Gregorio Jiménez, periodista asesinado en el estado de Veracruz en 2014, y de Rubén Espinosa, fotorreportero cuyo homicidio se produjo en 2015 en la capital del país.