“Las turbulencias subrayan la necesidad de políticas macroeconómicas y financieras coherentes, (una) buena comunicación y, en algunos casos, la necesidad de medidas políticas urgentes para mejorar los fundamentos y la credibilidad política”, sostuvo el FMI en un comunicado en el que analizó la situación de los países emergentes, aunque sin mencionar a ninguno en específico.
Desde hace varios días, las monedas de ciertos países emergentes (Turquía, India, Rusia, Argentina y Brasil, entre otros) han sufrido devaluaciones, en un marco de salida de capitales extranjeros y dudas crecientes de los inversores sobre la solidez de las economías.
Si bien es difícil señalar un único desencadenante de las dificultades en los emergentes, “las turbulencias evidencian la situación desafiante que muchos países enfrentan como resultado de un endurecimiento de las condiciones financieras externas, un crecimiento más lento y precios más bajos de las materias primas”, agregó el Fondo.
La institución señaló no obstante que, mientras algunos países emergentes necesitan tomar medidas “urgentes”, otros cuentan “fundamentos (económicos) sólidos con reservas altas, espacio fiscal y la inflación bajo control”.
Según analistas, las turbulencias de los emergentes se agravan con el gradual endurecimiento de la política monetaria estadounidense.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió el miércoles continuar con la reducción de sus apoyos a la primera economía a través de la recompra de activos. Esto propicia que los inversores retiren los fondos que habían colocado masivamente en los países emergentes aprovechando la abundante liquidez en el mercado.
El FMI destacó que algunos países han respondido “enérgicamente” a los hechos de los últimos días, y llamó a todos los bancos centrales a “vigilar” las condiciones de liquidez en los mercados internacionales.
El representante del FMI para América Latina, Alejandro Werner, advirtió el jueves sobre un escenario de “volatilidad” en la región en los próximos meses, e instó a los países a poner en marcha reformas estructurales en infraestructura, educación y mercado de trabajo para mejorar su productividad.