En una resolución publicada hoy en el Boletín Oficial, el Fisco justificó la medida en la necesidad de “profundizar el control fiscal sobre las rentas o ingresos” provenientes de esas actividades.
El negocio de los juegos de azar en Argentina está repartido entre un puñado de empresas, entre los que se destacan Casino Club, del empresario Cristóbal López, la española Codere, dedicada a la fabricación y explotación de tragaperras, y Trilenium, la sociedad dueña del casino de la localidad bonaerense de Tigre.
La medida de la AFIP busca “establecer un régimen que permita contar con información de las operaciones realizadas por tales explotaciones, a través de sistemas informáticos definidos para ese fin”.
La resolución considera “juegos de azar y/o apuestas” a los que se realicen a través de procedimientos manuales, mecánicos, electromecánicos, electrónicos, informáticos o cualquier otro medio, “cuyo resultado dependa en forma exclusiva o preponderante del azar”, y en los que se participe “emitiendo apuestas en dinero o valores, con la finalidad de obtener premios”.
Incluso, quedan involucrados los juegos desarrollados a través de portales, sitios virtuales, telefonía fija y móvil y demás plataformas similares.
Los reportes informativos diarios deberán incluir los ingresos y egresos de máquinas electrónicas de apuestas y tragaperras, las ganancias brutas obtenidas por cada “mesa de paño”, la cantidad y valor de cartones de bingo vendidos, el total de apuestas y premios pagados en juegos por Internet y los premios en juegos por telefonía fija o móvil.
El incumplimiento de las obligaciones correspondientes al nuevo régimen podrá ser sancionado, incluso, con la suspensión temporal del registro de contribuyentes del Fisco.