Los investigadores consideran que Park es sospechosa de soborno, abuso de poder, coacción y de revelar secretos de Estado a su amiga Choi Soon-sil, conocida como la “ Rasputina ” por su cercanía con la expresidenta, según un comunicado de la fiscalía recogido por medios surcoreanos.
“ Sería injusto no pedir una orden (de detención) teniendo en cuenta que su cómplice Choi Soon-sil, así como los funcionarios que siguieron sus dictados y aquellos que han pagado sobornos, han sido todos detenidos ” , reza el texto en el que se anunció su decisión.
Tras perder su inmunidad presidencial al ser destituida el 10 de marzo, la exmandataria se sometió la semana pasada a un maratoniano interrogatorio de los fiscales que duró más de 21 horas y en el que Park, de 65 años, insistió en su inocencia.
“ Se han recogido muchas pruebas hasta ahora, pero como la sospechosa niega la mayoría de cargos criminales, existe la posibilidad de que haya destruido pruebas ” , añade el comunicado de la fiscalía.
Los investigadores consideran que estos cargos son muy serios, ya que creen probado que Park abusó “ de su poderoso cargo y autoridad ” a la hora de permitir que Choi extorsionara a empresas y de filtrarle secretos de Estado pese a que la mujer no ostentaba cargo público alguno.
Si el tribunal del distrito central de Seúl emite la orden que pide la fiscalía, Park se convertirá en el tercer ex jefe de Estado surcoreano en ser detenido tras el general Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo.
Park fue destituida el pasado 10 de marzo cuando el Tribunal Constitucional consideró que vulneró la Carta Magna al confabular con su amiga Choi Soon-sil para crear una red de intercambio de favores.
Esta decisión supuso la primera destitución de un jefe de Estado surcoreano en democracia y obligó al Gabinete del presidente en funciones, Hwang Kyo-ahn, a convocar por primera vez elecciones anticipadas, comicios que tendrán lugar el próximo 9 de mayo.
Una treintena de personas están imputadas por el escándalo de la “ Rasputina ” , que salpica a 53 empresas, entre ellas gigantes como LG, Hyundai o Samsung, cuyo presidente de facto, Lee Jae-yong, permanece detenido desde febrero y está siendo procesado por haber aprobado supuestamente el pago de sobornos a la red creada por Choi.