Al concluir su alegato ante el Tribunal Oral Federal 6, el fiscal Martín Niklison también pidió la misma pena para los exmilitares Jorge “El Tigre” Acosta, Oscar Franco y Antonio Vañek, imputados por delitos cometidos en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el mayor centro clandestino de detención durante la última dictadura militar (1976-1983).
Niklison también reclamó que se investigue al Movimiento Familiar Cristiano y al excapellán de la Armada Alberto Emilio Graselli por su “ posible complicidad ” en la sustracción de bebés a mujeres recluidas de forma ilegal en la ESMA, por donde pasaron unas 5.000 personas, precisaron fuentes judiciales.
El fiscal también solicitó una pena de 30 años para el excomandante Santiago Omar Riveros por su presunta participación en el robo de bebés en la maternidad que funcionó en el hospital militar de la guarnición bonaerense de Campo de Mayo, por donde también pasaron personas detenidas en forma irregular.
Además, pidió 19 años de prisión para el médico Jorge Luis Magnaco, 25 años para el prefecto Antonio Azic y 17 años para el exagente de inteligencia Eduardo Ruffo, en tanto solicitó 25 años para Antonio Gallo y 14 años para su esposa Susana Colombo, acusados de la apropiación ilegal de un bebé.
El actual juicio, iniciado en febrero del año pasado y del que se espera fecha de sentencia, indaga por primera vez en el plan sistemático para el robo de bebés a embarazadas detenidas durante la dictadura militar, 14 años después de que las Abuelas de Plaza de Mayo impulsaran esta causa.
El proceso por la “ sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de diez años” comprende un total de 34 casos de robos de bebés a mujeres que, en su mayoría, dieron a luz en los centros clandestinos de detención de la ESMA, la guarnición militar de Campo de Mayo y el denominado Pozo de Banfield, en el conurbano bonaerense.
En las últimas décadas, al menos 105 personas lograron recuperar su identidad gracias a la gestión de Abuelas de Plaza de Mayo, que calculan que cerca de 500 niños fueron robados a sus familias biológicas durante el último Gobierno de facto.
Uno de los casos emblemáticos que es juzgado en este proceso es el del poeta argentino Juan Gelman, quien en 2000 encontró en Uruguay a Macarena, su nieta desaparecida.
Videla, de 86 años y que en 2010 fue condenado a prisión perpetua por un tribunal de Córdoba (centro del país) por el fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976, acumula ya varios procesamientos por otras causas por delitos cometidos durante el régimen.
Bignone, el último dictador argentino, de 84 años, acumula tres condenas, dos de ellas a prisión perpetua, por delitos de lesa humanidad perpetrados en la dictadura.