La resolución fue tomada por el primer ministro Dmitri Medvedev, en lo que concierne a los restos del heredero al trono (zarevich), Alexis, y de su hermana María, asesinados junto a toda la familia imperial rusa en 1918, indicaron los servicios de prensa del gobierno, citados por las agencias rusas.
En 2008, la Fiscalía rusa había hecho públicos los resultados de las pruebas de ADN confirmando que las osamentas encontradas un año antes en la región de Ekaterinburgo (Ural) eran las del ’zarevich’ y una de sus hermanas.
Fragmentos de cuerpos que mostraban signos de muerte violenta, fueron descubiertos en julio de 2007 en los alrededores de Ekaterinburgo, donde fue ejecutada toda la familia imperial en la madrugada del 17 de julio de 1918 por orden de los bolcheviques, llegados al poder tras la Revolución de octubre de 1917.
“Estas osamentas siguen sin sepultura desde 2007 y hay que proceder a inhumarlas”, declaró el director de los Archivos del Estado, Serguei Mironenko, citado por la agencia oficial TASS.
La Fiscalía rusa y el Comité de investigación ya “dijeron claramente que se trata de los restos de miembros de la familia imperial, y podemos también probar su autenticidad sobre la base de documentos históricos conservados en los archivos”, subrayó.
Por su parte, la Iglesia ortodoxa rusa, que mantenía sus dudas sobre la autenticidad de estos restos, saludó esta iniciativa.
“Es una decisión muy oportuna”, declaró el portavoz de la Iglesia ortodoxa rusa, Vsevolod Chapline, citado por la agencia Interfax.
Los restos de otros miembros de la familia Romanov, extraídos de una fosa común de Ekaterinburgo en 1991, fueron oficialmente identificados en 1998 por el gobierno ruso y fueron inhumados con gran pompa en la excapital imperial, San Petersburgo.