“USA como Estado es el único responsable por las acciones de cualquiera de sus órganos, como la reciente decisión de su poder judicial”, afirmó la mandataria argentina a través de su cuenta de Twitter horas después de que se hiciera pública la decisión del juez.
Griesa declaró hoy a Argentina en desacato por ignorar un fallo que le obliga a pagar a los fondos de inversión querellantes 1.300 millones de dólares, más intereses, por bonos en mora desde 2001 y que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010.
“La decisión del juez Griesa no tiene ningún efecto práctico salvo proveer de nuevos elementos que sirvan a la difamante campaña política y mediática llevada adelante por los fondos buitre contra Argentina”, agregó la mandataria.
La presidenta calificó la decisión del juez neoyorquino de “violatoria del derecho internacional, la Carta de la ONU y de la Carta de la Organización de Estados Americanos”.
“Griesa ostenta el triste récord de ser el primer juez que declara un desacato contra un Estado Soberano por pagar una deuda, luego de fracasar en su intento de obstruir la reestructuración de la deuda externa de Argentina”, insistió.
La mandataria reiteró que “el gobierno argentino reafirma su decisión de seguir ejerciendo la defensa de la soberanía nacional y de solicitar al gobierno de USA que acepte la jurisdicción de la Corte Intl (Internacional) de Justicia para dirimir esta controversia entre ambos países”.
Los comentarios de la presidenta profundizan el comunicado que emitió la Cancillería argentina tras el anuncio de la decisión de Griesa y que ya responsabilizaba a Estados Unidos del fallo judicial.
Antes de que se conociera el fallo de Griesa, el canciller argentino, Héctor Timerman, dijo ante la prensa que una decisión de ese tipo sería “inconcebible” e informó del envío de una carta al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para quejarse por el “disparate jurídico”.
La decisión de Griesa se produce en vísperas del nuevo vencimiento de deuda argentina de los acreedores que sí adhirieron a los canjes de 2005 y 2010, de unos 190 millones de dólares, de los cuales 171 millones corresponde a títulos emitidos bajo legislación extranjera.
En el último vencimiento, por unos 1.000 millones de dólares, del 30 de junio pasado, Argentina depositó el dinero, pero casi la mitad de los fondos -534 millones- quedaron bloqueados en el Bank of New York Mellon (BONY) por una orden de Griesa.
El bloqueo judicial impidió que los fondos llegaran a los acreedores por lo que en agosto las calificadoras de riesgo declararon a Argentina en “cese de pagos selectivo”, un estatus que el país suramericano rechaza ya que argumenta que hizo la operación de pago.
En agosto, el Parlamento argentino aprobó una ley para el pago local o en Francia de la deuda reestructurada para aquellos acreedores que opten por esta posibilidad para esquivar el bloqueo judicial en Estados Unidos.
El dinero correspondiente al vencimiento de este martes será depositado en Nación Fideicomiso, una subsidiaria del estatal Banco de la Nación Argentina designado por el Gobierno de Fernández como nuevo agente fiduciario de pago en sustitución del BONY.
El Gobierno no concretado aún los mecanismos para asegurar el cobro a los acreedores en el exterior.