El incidente ha ganado cierta repercusión mediática después de que una cadena de televisión local emitiera un vídeo grabado por un particular desde su auto en el que, desde lejos, se ve al fallecido, Gilbert Flores, levantar un brazo antes de ser disparado por la Policía y caer abatido.
“Investigadores experimentados sobre derechos civiles del FBI revisarán los hechos y circunstancias alrededor del tiroteo. Queremos averiguar si se produjo una violación de los derechos civiles como resultado de un uso excesivo o injustificado de la fuerza”, indicó la portavoz del FBI en San Antonio (Texas), Michelle Lee.
Los hechos tuvieron lugar el viernes, cuando dos agentes, Greg Vásquez y Robert Sánchez, acudieron a un hogar del norte de San Antonio alertados por una disputa familiar, y al llegar encontraron a una mujer herida con un corte en la cabeza y a un bebé de 18 meses.
Según explicó en una rueda de prensa la alguacil del condado de Bexar (al que pertenece el norte de San Antonio) , Susan Pamerleau, el sospechoso, Gilbert Flores, de 41 años, se encontraba fuera de la casa e iba armado con un cuchillo.
Los agentes trataron de reducir a Flores con una pistola eléctrica, pero el hombre se resistió, por lo que finalmente dispararon contra él y le causaron la muerte.
Vásquez y Sánchez han sido suspendidos del empleo temporalmente.
En el vídeo, emitido por la cadena local KSAT-12, solo se ven los últimos instantes de la confrontación, en los que, desde lejos, se aprecia cómo Flores levanta un brazo y entonces es disparado.
Este último suceso se suma a la polémica desatada en EE.UU. desde el año pasado a raíz de la muerte del afroamericano Michael Brown a manos de la Policía en Ferguson (Misuri), a la que han sucedido numerosos acontecimientos similares de brutalidad policial, lo que a su vez ha generado un gran clima de hostilidad hacia la Policía en parte de los medios y de la sociedad estadounidense.