Las FARC cumplieron el alto el fuego declarado para la segunda vuelta de las presidenciales del domingo en Colombia, mientras que el ELN, segunda guerrilla del país que no prometió una acción similar, interfirió la jornada con dos acciones armadas en el Chocó (noroeste), según un informe publicado hoy.
El día de los comicios, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) quemó el material electoral destinado a Alto Baudó, Nóvita, Medio San Juan y Sipí, municipios chocoanos en los que la participación fue del 12,99 %, 21,28 %, 14,65 % y 7,11 % respectivamente, muy por debajo de la media del departamento, que fue del 35,31%.
El reporte de la actividad del ELN está en un informe publicado este lunes por el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac).
La Fiscalía señaló también que integrantes del ELN incineraron dos vehículos de carga en la vía que comunica Quibdó, la capital del Chocó, con la ciudad de Medellín, en el departamento de Antioquia.
El ELN, grupo con el que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reelegido el domingo, anunció diálogos exploratorios de paz la semana pasada, había prometido no interferir en el proceso electoral, pese a que no secundó el cese el fuego unilateral de las FARC, como sí hizo en la primera ronda del pasado 25 de mayo.
Por su parte, durante la primera semana del cese el fuego de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), “no se han reportado acciones violentas consideradas como violatorias atribuidas a este grupo”, según el reporte del Cerac.
El Gobierno de Santos y las FARC llevan a cabo conversaciones de paz en La Habana, con los buenos oficios de Cuba y Noruega, y el “acompañamiento” de Chile y Venezuela.
Pese a las acciones del ELN, el Cerac consideró que “se puede afirmar que estas elecciones han sido las más pacíficas en la historia reciente”.
Santos fue reelegido como presidente con el 50,95 % de los votos en la segunda ronda de los comicios presidenciales del domingo, en los que se impuso a su rival, Óscar Iván Zuluaga, que obtuvo el 45,00 %.
Zuluaga tuvo el apoyo del expresidente colombiano y senador electo Alvaro Uribe (2002-2010) , líder de la oposición a Santos y crítico del proceso de paz con las FARC.