Los restos de José Enrique del Canto, se encontraban en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago, aunque en 1994 éstos habían sido atribuidos a Francisco Arnaldo Zuñiga Aguilera.
Con José del Canto suman 53 las víctimas identificadas, de las 126 que fueron exhumadas de Patio 29 en 1991.
Las personas asesinadas en 1973, al poco tiempo del golpe militar (11 de septiembre) y lanzadas a tumbas marcadas como “NN” en el patio 29, fueron exhumadas tras el restablecimiento de la democracia en el país.
En el año 2006 se dio a conocer que había errores en la identificación de los restos y desde entonces el Servicio Médico Legal comenzó una serie de auditorías para lograr identificar correctamente a las víctimas.
Alejandro del Canto, hermano de José, enfatizó que “esta es una pelea que no va a terminar acá. Esta es una pelea que continúa. La idea nuestra es que se sepa quienes fueron los criminales que hicieron este asesinato a fin de que paguen como tienen que pagar, que es con cárcel”, apostilló.
Jeanette, otra hermana de la víctima, dijo sentir “una satisfacción y esperando que se haga justicia. Volverlo a vivir es doloroso, pero a la vez satisfacción porque ya es más certeza”, señaló en declaraciones que difunde Radio Cooperativa.
El adolescente, de 17 años, fue detenido en un restaurante poco antes de que entrara a regir el toque de queda. Según un testigo, una patrulla lo detuvo en el lugar junto a un amigo no identificado.
Ambos fueron sacados y ametrallados por la espalda. Después los militares le subieron a un jeep con destino desconocido.
Cuando en 1991 se abrieron las tumbas sin nombres del Patio 29 se descubrió que en algunas había hasta tres cuerpos en un mismo ataúd
Al ser preguntado sobre el particular, Augusto Pinochet, quien aún era jefe del Ejército, comentó: “Pero qué economía más grande”. En julio de 2006 el Patio 29 del Cementerio General fue declarado Monumento Nacional.