Según informa hoy la radio pública polaca, la mujer, una viuda de 56 años, pensaba que el artefacto era una simple reliquia y no suponía peligro.
El proyectil estaba ubicado detrás de una alacena de la cocina, lo que hizo que la policía local pensase inicialmente que la detonación había sido causada por una bombona de gas.
La explosión, que destruyó gran parte de la cocina, se produjo presuntamente cuando la mujer golpeó el artefacto con una escoba.
El explosivo había sido traído a casa años atrás por su difunto marido, interesado en coleccionar armas de la II Guerra Mundial, según explicaron familiares de la víctima.