La explosión se produjo en la estación de metro de Los Dominicos, en el barrio santiaguino de Las Condes, donde el tren había finalizado su último recorrido de la jornada. Al realizar la revisión rutinaria de los vagones, el maquinista se percató de la presencia de una mochila debajo los asientos del primer vagón que contenía un extintor y algunos cables, por lo que avisó del hallazgo al personal de seguridad, que a su vez se puso en contacto con la policía.

La bomba explotó mientras se esperaba la llegada de agentes del cuerpo de Operaciones Especiales de Carabineros y causó daños en los asientos y ventanas del vagón. Funcionarios de la policía científica llegaron al lugar de los hechos para buscar pistas de los autores del atentado, que hasta el momento no ha sido reivindicado por nadie.