Este atentado coincide con el primer aniversario de las masivas protestas que llevaron a la destitución por los militares del presidente islamista Mohamed Mursi.
Los cuerpos de seguridad sospecharon de dos artefactos colocados en la intersección entre las avenidas Al Ahram y Al Mergany, en el barrio de Heliópolis, y cuando empezaron a desactivarlas una de ellas estalló.
La víctima mortal es el coronel Ahmed el Ashmawy, artificiero del departamento de Protección Civil y efectivo de la Dirección de Seguridad de El Cairo.
La policía ha acordonado la zona y peina los alrededores del palacio presidencial por temor a la presencia de otros artefactos explosivos.
Este tipo de atentados ha aumentado en Egipto desde que el Ejército depusiera a Mursi el pasado 3 de julio, y tienen como principal objetivo las fuerzas de seguridad. Las autoridades egipcias han acusado de muchos de ellos a los Hermanos Musulmanes, declarados grupo terrorista el pasado diciembre, aunque la cofradía siempre se ha desvinculado de los actos violentos.
Hace dos días, cuatro efectivos de la Seguridad Central (antidisturbios) murieron en un ataque armado en las proximidades de la localidad de Rafah, en la península del Sinaí.
Ese mismo día una mujer y su hija fallecieron por la explosión de una bomba en una central telefónica en construcción cerca de El Cairo, mientras que el miércoles pasado cuatro artefactos estallaron en el metro de la capital causando varios heridos.