En un comunicado, el BEA hizo notar que, con las informaciones disponibles, las zonas en las que se intentan localizar fragmentos del aparato son “extremadamente vastas”, por lo que “no permiten, por ahora, contemplar una búsqueda submarina”.
“Una fase submarina para tratar de localizar el avión del vuelo MH370 sólo se podrá lanzar si las acciones en curso permiten definir una zona de búsqueda más reducida que las actuales”, añadió.
Los tres expertos del Organismo de Investigación y Análisis francés (BEA) que habían sido enviados en misión a Kuala Lumpur para ayudar a las autoridades de Malasia han vuelto a Francia este pasado fin de semana.
Durante su misión, de una semana, dieron cuenta -junto a sus homólogos estadounidenses y británicos- de su experiencia, en particular con motivo del accidente de un avión de Air France que se estrelló en el Atlántico el 1 de junio de 2009 cuando cubría la ruta Río de Janeiro-París.
En aquel caso, se pudieron recuperar restos de la aeronave de Air France -y en particular la caja negra- a 3.900 metros de profundidad, pero al cabo de casi dos años.
Jean-Paul Troadec, que entonces dirigía el BEA, contó que cuando se lanzó la campaña de prospección submarina, su “círculo de incertidumbre correspondía a cinco minutos de vuelo, es decir un círculo de 75 kilómetros de radio, con una superficie de 17.000 kilómetros cuadrados”.
Troadec, en declaraciones publicadas hoy por “Le Monde”, explicó que ahora con el Boeing 777 de Malaysian, “la zona de incertidumbre (...) es mucho más grande”.