“Nunca he entrado en un burdel, una discoteca o un bar en ese país” , afirmó el belga, de 68 años, en una carta de cuatro páginas publicada en la página web de la televisión privada VTM Nieuws.
“Hubo numerosos intentos de hombres y mujeres de entrar en mi casa con cualquier tipo de excusa para pedir dinero, exigir un empleo u ofrecer servicios sexuales. Pero jamás cedí a sus insinuaciones” , declaró. El exdirector de Oxfam en Chad y en Haití admitió sin embargo, en una investigación interna realizada por la ONG británica, que “mantuvo relaciones íntimas en tres ocasiones en su domicilio”.
“Era una mujer respetable y madura, no una víctima de un seísmo, ni una prostituta. Y nunca le di dinero”, aseguró, aunque reconoció estar “profundamente avergonzado” de ello. Horas antes, en declaraciones al periódico belga Het Nieuwsblad, había asegurado que algunos de los hechos que se le reprochan fueron “exagerados” .
El diario encontró al exempleado de Oxfam en una ciudad del litoral belga. “Mucha gente, incluso la prensa internacional, quedarán sorprendidos cuando escuchen mi versión. No es que niegue todo. No es el caso. Hay cosas que se describieron correctamente. Pero leo muchas mentiras y exageraciones”, dijo Van Hauwermeiren al periódico.
“Los más duro es que mi familia ya no quiere verme” , añadió. El belga tuvo una denuncia en 2004 por abuso sexual, cuando estaba en misión en Liberia para la organización británica Merlin. Tras dejar Oxfam, Van Hauwermeiren fue contratado por la organización Acción contra el Hambre en Bangladés.
Oxfam está en medio de un escándalo desde las revelaciones según las cuales responsables de la organización habrían contratado prostitutas en Haití luego del sismo de 2010.