Más de 120 combatientes deben salir de Zabadani, último bastión rebelde en la frontera siro-libanesa, para ir a través del Líbano y luego de Turquía a otras zonas controladas por la insurgencia en Siria.
En paralelo, 335 civiles y combatientes de las localidades de Fua y Kafraya, dos pueblos chiitas de la provincia de Idleb (noroeste) bajo control del ejército, irán a zonas del régimen, atravesando ambos países, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).