Aunque oficialmente “la UE y el Mercosur están en la etapa final de la preparación de sus ofertas respectivas”, según la Comisión Europea, las ofertas están lejos de estar terminadas pese a que habían extendido hasta enero el plazo para presentarlas.
La UE busca saber con quién negocia, si con un Mercosur en bloque con sus cuatro miembros fundadores (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), con tres miembros de la unión aduanera sudamericana sin contar a Argentina, o con cada uno por separado.
Ambas partes “deben modular el volumen de la oferta en función del formato de negociación”, indicó una fuente diplomática a la AFP. Este volumen “no será el mismo si se negocia con tres o cuatro países”, añadió.
Y esta es la incógnita que genera incertidumbre entre los europeos, a pesar de las declaraciones sobre la unidad del Mercosur en esta negociación frente a la UE, como la del ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, esta semana en el foro de Davos que aseguró que Brasil “no piensa excluir a Argentina”.
La semana pasada, los representantes de los 28 países miembros de la UE pidieron a la Comisión, que tiene el mandato de negociación, que “clarificara” con quién se negocia exactamente, indicaron, por separado, dos fuentes diplomáticas.
Para la UE el interés de Brasil de alcanzar un acuerdo es manifiesto. El presidente de la Comisión lo destacó a principios de diciembre en una entrevista: “Brasil quiere un acuerdo (...) Debe decidir si lo quiere junto al Mercosur, y los otros países también”.
Barroso, que termina su mandato al frente de la Comisión Europea en octubre, tiene prisa por que se selle el acuerdo de libre comercio para agregarlo a su acervo.
“Cada país (del Mercosur) construyó su oferta, el problema es que la sensibilidad de los sectores es diferente entre los países”, indicó una fuente diplomática. Esto lleva a que cuando se cruzan las ofertas el porcentaje total baja.
“Técnicamente las discusiones llegaron a que es muy difícil tener una oferta única (del Mercosur) por lo que se necesita una decisión política (de los mandatarios de los países sudamericanos implicados) para hacer cuatro ofertas”, añadió destacando la “dificultad de tener ofertas separadas” que dejaría sin efecto la unión aduanera nacida del Tratado de Asunción.
Esta “decisión política” debería surgir de una cumbre de los líderes del Mercosur, cumbre postergada tres veces y que debería celebrarse ahora en febrero.
Los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, así como Venezuela, último país en incorporarse al bloque, debían decidir, al margen de la cumbre de La Habana de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), una fecha para el próximo encuentro del Mercosur.
El Mercosur y la UE retomaron en 2010 las negociaciones -tras una suspensión de seis años- para cerrar un acuerdo de libre comercio entre ambos bloques.
Pero las medidas proteccionistas adoptadas por Argentina -denunciadas por Estados Unidos y la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)- y la suspensión el año pasado de Paraguay de la unión aduanera sudamericana por la destitución del entonces presidente Fernando Lugo atrasaron las conversaciones.
Venezuela, último socio en integrarse al bloque, todavía está adaptando sus normas y aranceles a los del Mercosur por lo que no participará en las negociaciones con la UE.