Dentro de las líneas de actuación de TEPCO para el año fiscal 2013 y 2014, la operadora considera a la provincia su “punto de partida” para la reconstrucción, en donde prevé establecer una sede que acoja a más de 4.000 de sus trabajadores, cerca del 10% del total de su plantilla.
El plan de TEPCO, que se espera se anuncie de manera oficial la semana que viene, albergará una sede cuya ubicación aún no se ha especificado pero a la que asignará funciones clave en la planificación y el desempeño de sus recursos humanos para reconstruir las zonas afectadas por el accidente en la planta.
Bajo las nuevas directrices, se sumarán 500 empleados a los cerca de 3.500 que actualmente trabajan en las instalaciones de Fukushima Daiichi para poder retirar el combustible dañado y desmantelar las unidades afectadas, un proceso que según los expertos puede llevar unas cuatro décadas.
La crisis nuclear en Fukushima, la peor desde Chernóbil en 1986, ha provocado pérdidas millonarias en la agricultura, la ganadería o la pesca del país y cerca de 52.000 desplazados, después de que se decretara una zona de evacuación de 20 kilómetros en torno a la planta debido a la alta radiación.
Además, TEPCO planea enviar al total de sus 38.000 trabajadores unas dos o tres veces al año a realizar labores de descontaminación y a prestar ayuda a las comunidades locales en labores como transportar muebles y otros servicios similares, detalló Nikkei.
TEPCO además elegirá de dentro de su plantilla al encargado de dirigir su nuevo cuartel general, y al que otorgará un rango similar al del vicepresidente de la sede central de la compañía en Tokio.
Con estas medidas, la operadora busca fortalecer su presencia en Fukushima, duramente golpeada por el tsunami de marzo de 2011, para demostrar su compromiso de promover la reconstrucción de la zona y ante el creciente descontento por su gestión entre los residentes de los municipios de la provincia.