Sáenz de Santamaría transmitió ese mensaje durante la inauguración de la Reunión Iberoamericana de Ministros de la Presidencia y Equivalentes (Rimpe), que se celebra entre hoy y mañana en el Palacio de la Moncloa, sede del Gobierno español, para preparar la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Cádiz (sur español) en noviembre próximo.
Esta cita tiene lugar en medio de la controversia suscitada por la expropiación del 51% de YPF a la española Repsol por parte del Gobierno argentino y por la nacionalización en Bolivia de la filial de Red Eléctrica de España (REE).
Sin hablar expresamente de ambos casos, Sáenz de Santamaría aprovechó para hacer una firme defensa del principio de seguridad jurídica y del respeto de las inversiones extranjeras.
“Si coincidimos en lo fundamental, en el valor de generar confianza y previsibilidad, debemos evitar acciones que vayan contra este valor económico y social indispensable”, subrayó la vicepresidenta.
La “número dos” del Gobierno español reclamó un “marco regulatorio claro y consistente” para garantizar “un entorno de negocios favorable y estable propicio” que atraiga la inversión, anime la libre competencia, impulse el desarrollo de las pymes y aliente la iniciativa emprendedora.
En opinión de Sáenz de Santamaría, la seguridad jurídica es clave para que América Latina sea una región “abierta al mundo y generadora de confianza”.
“Este principio debe ser reforzado para que no proyecte ninguna sombra de duda en la comunidad internacional”, remarcó.
Sáenz de Santamaría recordó que en la Cumbre Iberoamericana de Mar de Plata (Argentina) celebrada en 2010 ya se acordó llevar a cabo acciones para incrementar la seguridad jurídica en la región.
Acompañó a la vicepresidenta el secretario de Estado español para Iberoamérica, Jesús Gracia, quien este martes viajará a Bolivia para abordar el caso de la filial de REE.
La reunión, cuyo lema es “Fortalecimiento institucional para el crecimiento económico y la cohesión social”, cuenta con la asistencia de representantes de 21 países.
Argentina ha optado por un perfil bajo y su delegación está encabezada por la ministra consejera de su embajada en Madrid, María Belén Bogado.
Bolivia también iba a estar representada por un consejero de su oficina diplomática en España, pero finalmente ha enviado al ministro de Educación, Roberto Aguilar.
Sáenz de Santamaría transmitió a los invitados el deseo de que la Cumbre de Cádiz suponga un “nuevo y entusiasta impulso” a la relación entre los países iberoamericanos, coincidiendo con el 200 aniversario de la Constitución de 1812.
“España tiene la mejor de las disposiciones. Estamos decididos a construir una relación renovada entre todos nuestros países, alejadas de los estereotipos del pasado y que supere los obstáculos aún presentes”, ofreció.
Según la vicepresidenta, el Gobierno de Mariano Rajoy aspira a mantener una relación de “absoluta igualdad y de respeto mutuo por los procesos democráticos de cada país”.