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Con esa votación, concluyó el trámite parlamentario que comenzó el pasado 11 de junio, cuando se aprobó la normativa en el Congreso de los Diputados con el 85% de los votos.
La ley de abdicación salió adelante con los votos del PartidoPopular (PP) del presidente, Mariano Rajoy, y del principal partido de la oposición, el socialista (PSOE).
El rey Juan Carlos firmará la ley de su abdicación mañana enun acto solemne en el Palacio Real.
La ley entrará en vigor el jueves, día en que se celebrará laproclamación de Felipe VI en las Cortes.
El gobierno aprobó la ley de abdicación el 3 de junio, un día después de que el rey Juan Carlos, de 76 años, anunciara su decisión de abdicar, después de casi 39 años de reinado, en favor de su hijo Felipe.
De la misma manera que ocurrió durante el debate y la votación de la ley de abdicación en el Congreso de los Diputados, varios partidos pidieron hoy en el Senado que se celebre un referéndum para que el pueblo elija entre monarquía y república.
Los diputados y senadores de esos partidos -Izquierda Unida (IU), Bloque nacionalista gallego (BNG), Esquerra republicana de Catalunya (ERC), el vasco Amaiur, el navarro Geroa Bai y Compromis- no asistirán a la proclamación de Felipe VI.
Al solicitar el referéndum, el senador de IU, José María Mariscal, pidió al rey Juan Carlos que “abdique en el pueblo”.
Mariscal insistió en que el 63% del censo actual no votó la Constitución de 1978 que estableció una monarquía parlamentaria tras la muerte del dictador, Francisco Franco.
Por su parte, la senadora Ester Capella, de ERC, afirmó que “el régimen franquista aprobó la ley de sucesión. Fruto de esta ley, el dictador propuso a las Cortes a Juan Carlos. El entonces Príncipe de España declaró la fidelidad a las leyes fundamentales del régimen”.
El socialista Marcelino Iglesias justificó el “sí” de supartido, de raíces republicanas, como “ expresión de la voluntadde colaborar para abrir el tiempo nuevo que nos permita hacerfrente a la crisis social, económica y territorial que vive España”.
Ante las peticiones de referéndum, el PP de Rajoy rechazó a través del senador José Manuel Barreiro “debates de otras épocas”.
Barreiro apeló a la “necesidad del consenso” al encontrarseel país en “un momento difícil económicamente”.