Cavenez -que agrupa a Ford, Chrysler, Toyota, General Motors y otras tres ensambladoras- ensambló a lo largo de 2014 un total de 19.759 vehículos frente a los 71.753 acabados del año anterior.
General Motors, que produce 13 modelos distintos, fue la ensambladora que logró una mayor producción con 5.711 unidades, seguida por Ford Motor con 4.900 y MMC Automotriz, que se encarga de las marcas Mitsubishi, con 3.785, según el informe de la Cámara.
Toyota (3.280) y Chrysler (1.510) son las otras dos ensambladoras que superaron el millar de vehículos producidos en sus plantas en Venezuela.
Iveco y Mack fueron las marcas que ensamblaron el menor número de unidades, con 393 y 180 respectivamente en todo 2014.
Once de los doce meses del año pasado registraron un retroceso en la producción de vehículos en Venezuela, todos menos diciembre, cuando el ensamble de automóviles y camiones experimentó un incremento del 165,645 por ciento con respecto al mismo mes de 2013, pasando de 1.787 a 4.747 unidades.
Las empresas del sector automotor han continuado este año con los problemas a la hora de recibir las divisas necesarias para importar suministros, en un país donde existe un control de cambios desde 2003 que deja en manos del Estado el monopolio de la administración de la moneda extranjera.
La crisis de esta industria, con una capacidad instalada de 250.000 vehículos anuales, ha sido calificada por los miembros del sector como la peor que ha vivido el país suramericano.
El Gobierno venezolano se ha reunido en varias ocasiones con los distintos representantes de este sector para tratar de atender la crisis de la industria, encuentros de los que no se han difundido los resultados.
Venezuela vive una complicada situación económica y, según datos del Banco Central del país, entró técnicamente en recesión tras darse a conocer el 30 de diciembre pasado que los tres primeros trimestres de 2013 el producto interior bruto cayó un 4,8 por ciento, un 4,9 por ciento y un 2,3 por ciento.
La situación en este sector se ha complicado en las últimas semanas con la fuerte caída de los precios del petróleo, producto por el que Venezuela, con las mayores reservas de crudo del planeta, ingresa más del 90 por ciento de sus dólares, divisas necesarias para cubrir el pago de las importaciones de productos de los que depende.