Los enfrentamientos comenzaron el domingo y se extendían aún este martes, dijo a la AFP el legislador de la región Kalunga Mawazo. El conflicto comenzó por un desacuerdo sobre la cosecha de orugas, un alimento de primera necesidad en la zona de Tanganica, ubicada en el norte de la región de Katanga.
Estas larvas, son muy importantes para la población local, tribus de cazadores recolectores, siempre asoladas por el hambre.
“Desde el domingo los enfrentamientos dejaron cuatro muertos entre los lubas y 16 entre los pigmeos por disputas en torno a un impuesto que tradicionalmente los pigmeos pagan a los bantúes”, dijo el representante de Kabalo.
Los lubas son una etnia bantú.
Desde Kabalo, un sacerdote católico explicó por teléfono a la AFP que los pigmeos se niegan a pagar tributos, ya que consideran que estos impuestos son ilegales y que ellos gozan de los mismos derechos como ciudadanos.
“Se negaron a pagar este impuesto ilegal y mataron con flechas a dos lubas que exigían el pago”, indicó, explicando que las primeras retorsiones desataron una ola de ataques en los que murieron dos lubas y que después se descubrieron los cadáveres de 16 pigmeos.