Por el momento no hay ningún balance de víctimas.
Los milicianos de Ansarualah, que entraron en septiembre en la capital, desplegaron refuerzos en el barrio del palacio, que sigue por el momento bajo control de la guardia presidencial.
Esta guardia también reforzó su presencia en este sector situado al sur de Saná, cerca de la plaza Sabeen, donde se encuentra la residencia del presidente Abd Rabbo Mansur Hadi. Numerosos familias evacuaron sus casas, según testigos.
La tensión aumentó en Saná el sábado tras el secuestro del jefe de gabinete del presidente Hadi, reivindicado por milicianos chiitas, también llamados hutis.
Desde que entraron en la capital, los hutis no han parado de extender su influencia a otras regiones de Yemen, donde se enfrentan a combatientes sunitas y a grupos relacionados con Al Qaeda.