Embajadora de EE.UU. en ONU renuncia y deja un vacío en el equipo de Trump

WASHINGTON. El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que la embajadora del país ante la ONU, Nikki Haley, abandonará el cargo al terminar el año, lo que dejará al mandatario sin una de las voces más respetadas de su gabinete.

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La renuncia de Haley, que supo compensar con carisma su falta de experiencia diplomática y defendió con vehemencia el progresivo aislacionismo de EE.UU., fue una sorpresa para muchos políticos en Washington y diplomáticos en la ONU, que la veían como una de las pocas figuras estables en el entorno de Trump.

“Al final de este año, Nikki se irá y seguiremos en contacto constante”, dijo Trump en una comparecencia ante la prensa junto con Haley en el Despacho Oval.

“Hace probablemente seis meses me dijo: 'Sabes, quizá a finales de año, me gustaría tomarme un tiempo de descanso'”, agregó.

Sentada junto a él, Haley confirmó que había decidido marcharse en enero de 2019 porque lleva “ocho años trabajando intensamente”, si se cuentan los seis en los que ejerció como gobernadora de Carolina del Sur, y porque cree en “los límites a los mandatos”.

“Creo que hay que ser lo suficientemente humilde como para saber cuándo tienes que apartarte y permitir que otra persona haga el trabajo”, agregó Haley.

La diplomática, una de las figuras más populares del Partido Republicano, quiso acallar la especulación sobre sus posibles aspiraciones presidenciales, al descartar que planee desafiar a Trump y obligar a convocar unas primarias republicanas previas a las elecciones presidenciales de 2020.

“No, no me voy a presentar en 2020. Puedo prometerles que lo que haré es hacer campaña por este (Trump)”, garantizó Haley.

En una carta sobre su renuncia que envió a Trump el pasado 3 de octubre, Haley aseguró también que no será “candidata para ningún cargo público en 2020” e insinuó que volverá al sector privado.

El talento político de Haley llevó a algunos en el entorno de Trump a verla como una amenaza, y según fuentes del Gobierno citadas por medios estadounidenses, en los últimos meses ella se había sentido excluida de algunos debates clave sobre política exterior.

Haley dio su primer aviso de que planeaba marcharse hace seis meses, lo que coincide con la fecha en la que Trump nombró a Mike Pompeo como su nuevo secretario de Estado y a John Bolton como asesor de Seguridad Nacional.

Pompeo ha estado menos dispuesto que su predecesor, Rex Tillerson, a compartir el protagonismo público con la carismática embajadora ante la ONU, mientras que las críticas de Bolton a Naciones Unidas complicaron el trabajo de Haley.

Durante sus casi dos años en Nueva York, Haley ha destacado por su férrea defensa de Israel, un tema que ha motivado en parte la decisión estadounidense de retirarse del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y de la Unesco, además de cortar los fondos a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quiso destacar hoy ese trabajo al agradecer en un tuit la labor de Haley para “liderar la contundente lucha contra la hipocresía en la ONU”.

Trump aseguró que planea anunciar a un sucesor o sucesora para Haley en “las próximas dos o tres semanas” y de inmediato comenzaron a circular rumores sobre quién será ese candidato.

La propia Haley dio pie a la especulación más jugosa durante el acto en la Casa Blanca, en el que se deshizo en alabanzas a la hija y asesora de Trump, Ivanka, y a su esposo, Jared Kushner.

En declaraciones a la prensa más tarde, Trump dijo que había escuchado sugerencias de que nombrara a Ivanka como embajadora ante la ONU, y opinó que su hija haría un trabajo “increíble”.

“Eso no significa que vaya a nombrarla, porque me acusarían de nepotismo, a pesar de que no estoy seguro de que haya alguien más competente que ella en el mundo”, agregó Trump.

Las leyes sobre nepotismo afectarían a un cargo como el de la ONU, que requiere confirmación del Senado, algo que no ocurre con el puesto informal que ocupa ahora Ivanka en la Casa Blanca.

Otros nombres que suenan para el cargo son el de Dina Powell, que asesoró en política exterior a Trump en su primer año en el poder; y los embajadores estadounidenses en Canadá, Kelly Craft; y en Alemania, Richard Grenell, quien este año generó polémica en Berlín al expresar su apoyo a los grupos de ultraderecha europea.

Trump confirmó hoy que considerará nombrar a Powell, quien es muy cercana a Ivanka y trabaja ahora en Goldman Sachs.

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