La esposa del diplomático, Françoise de Souza Oliveira, de 40 años, así como su amante Sergio Gomes Moreira, de 29, y un primo de este, Eduardo Moreira de Melo, de 24, fueron detenidos de forma preventiva por el asesinato del embajador, de 59 años, precisó en una rueda de prensa el comisario Evaristo Pontes Magalhaes.
El rocambolesco caso llegó a la policía de Rio cuando la mujer del embajador denunció el miércoles que desde el lunes no lograba contactar a su marido, quien había salido solo en un vehículo alquilado de la casa en la que estaban pasando unos días de vacaciones con su hija de 10 años en la ciudad de Nova Iguaçu, al norte de Rio.
Pero conforme pasaban las horas sus declaraciones fueron cayendo en contradicciones y, cuando la policía encontró el jueves el coche calcinado con un cadáver “totalmente carbonizado” , empezó a sospechar de la versión de De Souza.
El policía militar dijo que tuvo un enfrentamiento físico con Amiridis, a quien acabó matando de un tiro con un arma perteneciente al diplomático.
Pero la policía investiga si no hubo apuñalamiento, porque los vecinos aseguran no haber oído ningún disparo aquella noche.
Lo policía estima de forma preliminar que la mujer y Sergio Gomes, que desde hacía tiempo era una “persona de confianza” de la familia, a quien apoyaba en cuestiones de logística y seguridad, habrían “planeado” su asesinato y habrían pedido la ayuda del primo.
La esposa del diplomático incluso habría prometido pagar 80.000 reales (unos 24.000 dólares) al joven por ayudarles en sus planes.
Amiridis habría sido asesinado en la casa que la pareja poseía en Nova Iguaçu, en la Baixada Fluminense, una zona con altos índices de criminalidad, donde la mujer tenía familiares.