“Venimos a hacer entrega a las autoridades de la Cancillería una nota de nuestro Gobierno donde alertamos la preocupación ante las agresiones que se ciernen sobre nuestro país, sobre todo, a través de la generación de hechos que pueden llevar a lo que ha sido el llamado por parte de las autoridades del Gobierno de los Estados Unidos que nos preocupa muchísimo”, afirmó Chirino.
Al dejar la sede de la cancillería uruguaya, el representante del Gobierno de Nicolás Maduro en el país austral dijo a la prensa que había planteado al ministro “la posibilidad constante y permanente” de que EE.UU. haga uso de acciones militares contra Venezuela, “país que en ningún momento ha generado ningún hecho de ese tipo”.
También sostuvo que los Estados Unidos usan como argumento para sus acciones “hechos que no suceden en Venezuela”, lo que podría “llevar a una situación donde el único (país) en paz del mundo pueda verse manchado”.
Por otro lado, destacó que su Gobierno es muy claro en la voluntad que sabe desde Uruguay para “la construcción y búsqueda del diálogo entre los venezolanos” y defendió el Mecanismo de Montevideo propuesto por el país austral junto a México y la Comunidad del Caribe (Caricom), y al que se sumó Bolivia.
“Todo espacio o instancia de diálogo apoyamos y acompañamos (...) En ese sentido, lo hemos acogido con muy buena voluntad de que la construcción es el diálogo, es la paz, es el entendimiento y no son los llamados a tambores de guerra que quieren hacer otras naciones, particularmente la principal potencia militar del mundo”, concluyó.
La situación se ha agravado en los últimos meses en Venezuela, donde la oposición considera ilegítimas las elecciones de mayo del año pasado, en las que Nicolás Maduro resultó reelegido presidente y que han sido cuestionadas por la comunidad internacional.
La crisis se acentuó después de que el 23 de enero el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se declaró mandatario interino al invocar unos artículos de la Constitución venezolana y logró el respaldo de buena parte de los países del continente americano, incluido EE.UU., y una veintena de naciones europeas.
Guaidó ha hecho una prioridad la entrada de ayuda humanitaria en Venezuela y ha fijado el 23 de febrero como la fecha para su ingreso al país, mientras que el Ejecutivo de Maduro mantiene su negativa de recibir estas donaciones por considerar que se trata de un “show político”.