“Aunque los comicios locales se suelen centrar en la personalidad y contactos de los candidatos más que en su afiliación política o postura ideológica o hacia China, en esta ocasión esos últimos factores tienen mayor protagonismo”, aseguró a Efe la profesora de Estudios Internacionales en la Universidad Tamkang, Chen Li-Jiun.
China observa con atención estas elecciones, que ofrecen una oportunidad a la oposición, más amigable con Pekín, para que se recupere del descalabro sufrido en los comicios presidenciales del 2016, y servirán también de preludio de las elecciones presidenciales y legislativas de 2020.
Para el oficialismo isleño, Pekín sigue demasiado de cerca el resultado de las votaciones y Taipei le acusa de una interferencia destinada a “socavar la democratización” con la difusión de “noticias falsas” y el “acoso cibernético”, en palabras de la presidenta taiwanesa a través de su página de Facebook.
Algunos analistas, como la profesora Chen, subrayan que los resultados tendrán un efecto importante en las relaciones entre China y Taiwán, gobernado en la actualidad por el independentista Partido Demócrata Progresista (PDP).
“Si el Partido Kuomintang (KMT) gana la alcaldía de Kaohsiung (la segunda ciudad de la isla), con su candidato Han Kuo-yu, y obtiene buenos resultados en otros lados, habrá una mejora en los lazos a través de los intercambios civiles y culturales”, indicó la experta.
Sin embargo, la mayoría de los observadores no esperan grandes cambios, dadas las firmes posturas adoptadas tanto por el presidente chino, Xi Jinping, como por la taiwanesa, Tsai Ing-wen. “Xi Jinping ha resultado ser más duro, inflexible y autoritario de lo que se esperaba” , opinó Joyce Lin, del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Tamkang.
El estancamiento económico está haciendo mella en los jóvenes y otros sectores de la sociedad, que aunque no quieren caer bajo el control chino, sí buscan mejores lazos con Pekín. El Ejecutivo presidido por Xi Jinping, por su parte, ha endurecido su cerco político internacional y económico a la isla tras la subida al poder de Tsai en 2016.
En Taipei, una rotunda victoria del actual alcalde Ko Wen-je, que ganó los anteriores comicios como un independiente apoyado por el PDP y ahora se presenta sin ese apoyo, daría alas a la aspiración presidencial de este médico de 59 años, campechano, nada convencional y muy popular.
En Kaohsiung, ubicada al sur y que ha sido un feudo tradicional del independentista PDP, el candidato del Kuomintang, Han Kuo-yu, está muy cerca en los sondeos del candidato oficialista, Chen Chi-mai, y su victoria animaría al desalentado KMT. El PDP parte como claro favorito en tres ciudades (Kaohsiung, Tainan y Taoyuan) de las llamadas “seis grandes”, mientras que el KMT sólo es favorito en Nuevo Taipei y está muy igualado con el PDP en Taichung.
En la capital, el independiente Ko Wen-je es el vencedor más probable. En las pasadas elecciones locales, en 2014, el PDP obtuvo 13 alcaldías o jefaturas de condados, con el 47,55% de los votos válidos; el KMT, seis (de las que sólo Nueva Taipei estaba entre las grandes), con el 40,70% de los sufragios; y los independientes, tres, con el 11,70%.
Además de los comicios locales, los taiwaneses también votarán en diez referendos, incluyendo varios sobre el matrimonio igualitario y la enseñanza sobre la homosexualidad en las escuelas, otro sobre la participación en los Juegos Olímpicos bajo el nombre “Taiwán” (al que se opone China) y dos sobre energía termal y nuclear, entre otros.