Es la primera vez que el pontífice acude al centro de peregrinación de referencia de Portugal, en la pequeña localidad de Fátima, a poco más de 100 kilómetros al norte de Lisboa.
Desde primera hora de la mañana, todos los accesos al santuario se encontraban colapsados por la gran cantidad de turismos y de autobuses que han ido llegando.
En muchos de ellos viajaron decenas de feligreses españoles, la mayoría organizados en excursiones parroquiales de todo el país. De Venezuela, Colombia, Brasil, Guatemala o Paraguay también se han dejado ver muchos devotos de la Virgen que esperan la llegada de Francisco a la explanada del recinto, prevista para alrededor de las 18:00 hora local (17.00 GMT).
A pesar de la lluvia caída en las últimas horas, los exteriores del santuario están abarrotados de autocaravanas y de tiendas de campaña de cientos de peregrinos que han pasado la noche junto a la basílica para poder situarse bien hoy.
Se pueden ver también en las proximidades del recinto numerosos grupos de diferentes nacionalidades que comparten mesa y mantel al son de músicas religiosas. En total, las autoridades esperan la llegada a Fátima de un millón de peregrinos de todo el mundo entre hoy y mañana.
Entre los monumentos más fotografiados de la jornada destaca el “Corazón de Francisco”, una estatua inaugurada hace tan solo dos días junto al santuario que acapara las miradas de todos los que van llegando al lugar.
Para garantizar la seguridad del evento, en los alrededores del santuario se han desplegado 6.000 agentes de diversos cuerpos que, por ahora, no han tenido que hacer frente a ningún tipo de incidente. La mayoría de los peregrinos que han llegado a Fátima después de varios de días de caminatas lo han hecho por su devoción a la Virgen, para no perderse un acontecimiento como la conmemoración del centenario de las apariciones, y también por la simpatía que profesan al papa Francisco.
En el santuario esperarán a Francisco, junto a los miles de peregrinos, los jefes de Estado de Paraguay, Horacio Cartes, y de Santo Tomé y Príncipe, Evaristo do Espírito Santo Carvalho.
Por parte portuguesa, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa ya pasó la noche en Fátima, donde hoy se ha mezclado con los peregrinos con los que intercambió impresiones sobre el camino que recorrieron. En unas declaraciones a la prensa, el jefe del Estado luso destacó la importancia de que el papa vaya a canonizar a dos de los pastores que fueron testigos de las apariciones de la Virgen.
“No es habitual la canonización fuera de Roma”, dijo el presidente, católico practicante, quien se mostró confiado en que el evento transcurra sin incidentes.
También estarán en el santuario ocho cardenales, entre ellos los arzobispos de Valladolid, Ricardo Blazquez Pérez, y de Madrid, Carlos Osoro, así como el secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, y el cardenal de Boston, Sean Patrick O'Malley.
Junto a ellos, acudirán a ver al pontífice 135 obispos, indicó el santuario, así como setenta miembros del cuerpo diplomático acreditado en Portugal y otros países.
Francisco estará pocas horas en Fátima y no habrá visitas oficiales a Lisboa ni discursos a las autoridades. Habrá una oración, dos saludos a los fieles y una homilía, y todo lo leerá en portugués.