El 5 de noviembre de 1811, el sacerdote José Matías Delgado, los hermanos Bernardo y Manuel José Arce, Mariano Fagoaga y otros criollos encabezaron un movimiento contra las autoridades españolas en San Salvador.
Este movimiento, que aglutinó levantamientos menores que hubo en otros lugares de El Salvador, quitó a los representantes de la Corona, nombró nuevas autoridades y tomó varias medidas de autonomía política y administrativa, pero su impacto fue muy limitado.
Sin embargo, fue el primero de varios acontecimientos que, tanto en El Salvador como en otras provincias centroamericanas, precedieron la proclamación de la independencia de Centroamérica el 15 de septiembre de 1821 en Guatemala.
El Bicentenario del Primer Grito de Independencia será celebrado mañana con un desfile militar y otros actos, cuyo punto más relevante será un discurso del presidente salvadoreño, Mauricio Funes.
Instituciones como la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura) y las alcaldías de San Salvador y de otras ciudades han celebrado y tienen programadas diversas actividades culturales en el marco del Bicentenario en todo el país.
"El programa era más ambicioso", pero debido al desastre por las lluvias, que en octubre causaron 34 muertos, "no sería congruente hacer actividades pomposas cuando estamos en una etapa de reconstrucción", afirmó el titular de la Secultura, Héctor Samour.
El primer grito de independencia en El Salvador se dio "en una época en que todos los países latinoamericanos buscaban nuevos rumbos, que lograron en la primera y segunda década del siglo XIX", recordó a Efe el coordinador del Proyecto Bicentenario de la Secultura, Rafael Guido Véjar.
Hubo "similitudes" en esos procesos de independencia, pues no se hicieron efectivos de inmediato, pero una diferencia en Centroamérica es que fue menos violento, señaló.
"No es que haya sido totalmente pacífico; sí hubo enfrentamientos bastante fuertes, aunque no tuvieron el nivel que tuvo la lucha por la independencia en México o en países de Sudamérica como Chile o Argentina, donde sí hubo ciertos procesos muy violentos", recalcó.
Agregó que, tras los sucesos del 5 de noviembre en San Salvador, hubo hechos "muy fuertes" en Metapán, Zacatecoluca y otros lugares, y en 1814 se produjo "otro levantamiento fuerte en el país, quizás mucho más fuerte que el de 1811".
"Pero, naturalmente, esos sucesos no tienen las dimensiones de los procesos" de otros países, insistió.
Véjar explicó que la independencia de Centroamérica "se dio a partir de relaciones entre los distintos grupos de poder de la época", que "llegaron a la conclusión de que lo mejor era independizarse de la Corona española y llegaron a ciertos tipos de acuerdos para hacerlo de esa manera dialogada, pacífica".
Sin embargo, recalcó el historiador salvadoreño, "lo más duro de la violencia que hubo en Centroamérica fue posterior a la declaración de independencia".
"Ahí es donde surge realmente el problema entre los grupos de la región, para ver qué tipo de Gobierno se daba, si era de países individuales o de unificación centroamericana, y ahí hubo realmente una violencia extrema durante muchos años", recordó.
Sin embargo, destacó que hoy, después de "más de 100 intentos desde aquella época", Centroamérica desarrolla un proceso "muy importante" de integración política, económica y social.
El Bicentenario es una oportunidad "para hacer una reflexión muy profunda" sobre el futuro de cada país y de la región e impulsar "una profundización" de la independencia, el mejoramiento de la vida social y económica o la unificación ante problemas comunes como la vulnerabilidad ante los desastres naturales, consideró Véjar.
Este movimiento, que aglutinó levantamientos menores que hubo en otros lugares de El Salvador, quitó a los representantes de la Corona, nombró nuevas autoridades y tomó varias medidas de autonomía política y administrativa, pero su impacto fue muy limitado.
Sin embargo, fue el primero de varios acontecimientos que, tanto en El Salvador como en otras provincias centroamericanas, precedieron la proclamación de la independencia de Centroamérica el 15 de septiembre de 1821 en Guatemala.
El Bicentenario del Primer Grito de Independencia será celebrado mañana con un desfile militar y otros actos, cuyo punto más relevante será un discurso del presidente salvadoreño, Mauricio Funes.
Instituciones como la Secretaría de Cultura de la Presidencia (Secultura) y las alcaldías de San Salvador y de otras ciudades han celebrado y tienen programadas diversas actividades culturales en el marco del Bicentenario en todo el país.
"El programa era más ambicioso", pero debido al desastre por las lluvias, que en octubre causaron 34 muertos, "no sería congruente hacer actividades pomposas cuando estamos en una etapa de reconstrucción", afirmó el titular de la Secultura, Héctor Samour.
El primer grito de independencia en El Salvador se dio "en una época en que todos los países latinoamericanos buscaban nuevos rumbos, que lograron en la primera y segunda década del siglo XIX", recordó a Efe el coordinador del Proyecto Bicentenario de la Secultura, Rafael Guido Véjar.
Hubo "similitudes" en esos procesos de independencia, pues no se hicieron efectivos de inmediato, pero una diferencia en Centroamérica es que fue menos violento, señaló.
"No es que haya sido totalmente pacífico; sí hubo enfrentamientos bastante fuertes, aunque no tuvieron el nivel que tuvo la lucha por la independencia en México o en países de Sudamérica como Chile o Argentina, donde sí hubo ciertos procesos muy violentos", recalcó.
Agregó que, tras los sucesos del 5 de noviembre en San Salvador, hubo hechos "muy fuertes" en Metapán, Zacatecoluca y otros lugares, y en 1814 se produjo "otro levantamiento fuerte en el país, quizás mucho más fuerte que el de 1811".
"Pero, naturalmente, esos sucesos no tienen las dimensiones de los procesos" de otros países, insistió.
Véjar explicó que la independencia de Centroamérica "se dio a partir de relaciones entre los distintos grupos de poder de la época", que "llegaron a la conclusión de que lo mejor era independizarse de la Corona española y llegaron a ciertos tipos de acuerdos para hacerlo de esa manera dialogada, pacífica".
Sin embargo, recalcó el historiador salvadoreño, "lo más duro de la violencia que hubo en Centroamérica fue posterior a la declaración de independencia".
"Ahí es donde surge realmente el problema entre los grupos de la región, para ver qué tipo de Gobierno se daba, si era de países individuales o de unificación centroamericana, y ahí hubo realmente una violencia extrema durante muchos años", recordó.
Sin embargo, destacó que hoy, después de "más de 100 intentos desde aquella época", Centroamérica desarrolla un proceso "muy importante" de integración política, económica y social.
El Bicentenario es una oportunidad "para hacer una reflexión muy profunda" sobre el futuro de cada país y de la región e impulsar "una profundización" de la independencia, el mejoramiento de la vida social y económica o la unificación ante problemas comunes como la vulnerabilidad ante los desastres naturales, consideró Véjar.