“Llamamos a los líderes políticos a no permitir una mayor escalada de la tensión, evitar confrontaciones y tomar la senda del diálogo”, señalan en un comunicado conjunto.
La nota advierte de que las “incesantes hostilidades” en Oriente Medio, que han segado las vidas de “miles de personas” y han obligado a “varios millones” a abandonar sus hogares, “amenazan con convertirse en un conflicto global. El mundo se aproxima a un peligroso punto, al auténtico fracaso de la cooperación y las relaciones internacionales”, alerta.
Ante esa “terrible amenaza”, el pontífice y el patriarca ortodoxo ruso se dirigen a los líderes mundiales para que “asuman su responsabilidad ante sus pueblos, ante la humanidad en general y ante Dios. También nos dirigimos a los países de la ONU y, especialmente, a los miembros del Consejo de Seguridad para que recuerden su deber ante la familia de los pueblos y, en nombre de Dios, les rogamos que superen las diferencias y trabajen conjuntamente en aras de la paz en todo el mundo”, destacan.
El metropolita Hilarión, jefe de Relaciones Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa, indicó que el comunicado conjunto ha recibido el respaldo de los líderes de las iglesias cristianas de Oriente Medio.
Un día después de que Estados Unidos, el Reino Unido y Francia lanzaran el sábado un ataque conjunto contra Siria, el papa Francisco se declaró “profundamente preocupado” por “la incapacidad” para acordar una acción común destinada a la paz allí.
El presidente ruso, Vladímir Putin, quien sigue negando que Damasco perpetrara un ataque químico contra la población civil en la localidad de Duma, calificó de “agresión” contra Siria el ataque de los países occidentales.