El pontífice argentino será el cuarto Papa en visitar ese simbólico territorio para el cristianismo, tras Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Pablo VI (1963-1978), cuya beatificación el 19 de octubre anunció el propio Francisco recientemente, viajó a la tierra de Jesús de Nazaret del 4 al 6 de enero de 1964, en el primer viaje de un papa por el mundo, tres años antes de la Guerra de los Seis Días y cuando el Vaticano no reconocía al Estado de Israel.
Ahora un Papa pondrá por lo tanto el pie por primera vez en el territorio del “Estado de Palestina”, como destacó la Santa Sede al presentar este breve periplo, puesto que Naciones Unidas aceptó en 2012 la inclusión como observador del mismo y con esa denominación oficial.
Cuando Pablo VI visitó la zona la Ciudad Vieja de Jerusalén, en el Este, era parte del reino de Jordania, que Israel ocupó tras la guerra de los Seis Días, en 1967, junto con otros territorios árabes.
Aquel Papa no pasó ni una noche en territorio israelí, también inició el viaje en Jordania, celebró una misa en Nazaret y visitó los santuarios cristianos en Cafarnaún y Tabgha, en el lago Tiberiades.
Caminó a pie por las estrechas calles de la Vía Dolorosa y el Monte de los Olivos, también en Jerusalén, se reunió con el patriarca ortodoxo Atenágoras I de Constantinopla, en un signo de impulso a la idea ecuménica de unidad de los cristianos, nacida en 1962 a la luz del Concilio Vaticano II.
El papa Francisco llegará a Amán el día 24 y tras aterrizar en el aeropuerto de la capital jordana se trasladará al palacio real, donde el rey Abdalá II le recibirá oficialmente y ambos pronunciarán sendos discursos.
Francisco irá después a celebrar la misa en el mismo estadio al que ya acudieron Juan Pablo II y Benedicto XVI en sus respectivas visitas; allí se dará la primera comunión a 1.400 niños y luego el papa se trasladará al río Jordán, donde Jesús fue bautizado.
En la Iglesia latina de Betania, a orillas de ese río, habrá un encuentro con unos 600 refugiados y enfermos y el papa pronunciará un discurso; posteriormente pernoctará en la nunciatura de Amán.
El domingo irá en helicóptero desde la capital jordana a Belén, donde le recibirá el presidente palestino, Mahmud Abás, y se reunirá con las autoridades, para después celebrar una misa al aire libre en la plaza del Pesebre, junto al lugar donde la tradición dice que nació Jesús.
Francisco visitará de manera privada la gruta de la natividad y luego saludará en el campo de Dheisheh a niños que viven en ese campamento de refugiados, así como en los de Aida y Beit Jibrin.
La visita a Israel comenzará el domingo en Tel Aviv, a cuyo aeropuerto llegará en helicóptero desde Belén, y posteriormente irá al Monte Scopus, para luego mantener una reunión con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla en la delegación apostólica de Jerusalén.
Será un encuentro privado en el mismo lugar en el que hace 50 años mantuvieron su reunión el papa Pablo VI y el Patriarca y ambos firmarán una declaración conjunta.
El Papa celebrará por la tarde un acto ecuménico en el Santo Sepulcro, con representantes de las otras confesiones presentes en Tierra Santa, con una oración común, evento calificado de histórico del que no hay precedentes en ese lugar.
El lunes, el Papa visitará al Gran Mufti de Jerusalén en el edificio del Gran Consejo en la Explanada de las Mezquitas y luego Francisco protagonizará otro momento simbólico: la visita al Muro de las Lamentaciones, en una grieta del cual dejará un mensaje, como es la costumbre.
También está prevista la visita al memorial Yad Vashem, que recuerda el genocidio judío durante la II Guerra Mundial y se reunirá con los dos grandes rabinos de Israel en el centro Heichal Shlomo.
En total, el pontífice argentino pronunciará en tres días catorce discursos y se trasladará en el papamóvil descubierto en Amán y Belén, aunque no en Jerusalén, precisó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.