“Ya no podemos tolerar que los mercados financieros gobiernen el destino de los pueblos en vez de servir sus necesidades o que unos pocos prosperen recurriendo a la especulación financiera mientras que otros sufren duramente las consecuencias”, dijo el Papa en un discurso virulento contra el sistema económico contemporáneo.
“La especulación sobre los precios de los alimentos es un escándalo que tiene graves consecuencias” sobre el acceso de los más pobres a la comida, añadió.
El papa argentino, acusado de “marxista” por los neoconservadores estadounidenses, apoyó su discurso en las conclusiones de los expertos del consejo pontifical “Justicia y Paz”, reunidos para un coloquio dedicado a la inversión responsable.
El Papa propuso una figura alternativa del inversor, el “impact investor, consciente de graves situaciones de iniquidad”.
“Inversiones como éstas buscan un impacto social positivo, como la creación de empleo, el acceso a la energía, la instrucción y el aumento de la productividad agrícola”, explicó el Papa.