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Sobre la salud de Hugo Chávez Frías (58), presidente de Venezuela, solo hay incertidumbre. La versión gubernamental es que se recupera de la operación a la que fue sometido el 11 de diciembre pasado por el cáncer que padece y del cual nunca se confirmó su ubicación. La oposición, como es natural, dice que el Ejecutivo no aclara muchas dudas sobre el estado del polémico mandatario venezolano. En la madrugada de este domingo, por ejemplo, muchos tuits se encargaron de decir que Chávez habría sufrido un enfisema pulmonar y que su muerte estaba cerca.
Y ese tipo de rumores se van a propagar hasta que el Gobierno venezolano se encargue de aclarar cuál es la situación real del Presidente, que está en Cuba. Su segundo, Nicolás Maduro, dice que la recuperación es exitosa y que Chávez ya puede caminar; pero ningún medio tiene acceso a los partes médicos oficiales y mucho menos al hospital en donde se encuentra.
Solo hay una verdad: la Constitución venezolana establece que dentro de 11 días –el 10 de enero– vence el plazo para que la Asamblea General, o Congreso (donde el chavismo es mayoría) declare la incapacidad médica del actual presidente para ejercer su quinto mandato presidencial, ya que fue reelegido en las elecciones del 7 de octubre pasado. Es por eso que hay un Gobierno que se quiere aferrar y una oposición que solo quiere atacar.
Antes de viajar a Cuba, Chávez se había despedido y delegado el liderazgo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) al vicepresidente y excanciller Nicolás Maduro, que actualmente es el único vocero que sale al paso del otro cáncer de Chávez: las redes sociales. En ellas, sigue circulando con auge una carta de despedida escrita supuestamente por la exesposa de Hugo, Nancy Iriarte Díaz. Muchos la siguen comparten y están de acuerdo o no, pero la carta –o mejor dicho el texto– fue escrito en agosto por un columnista venezolano que se llama Saúl Godoy Gómez como un ensayo en donde ni siquiera se menciona el nombre de Chávez. Muchos medios inclusive publicaron el material sin siquiera verificar el origen.
Otra de las batallas entre oficialismo y oposición se libra en Twitter, en donde varias personas no afines al Gobierno se encargan de dar detalles filtrados sobre las condiciones del Presidente. La voz más autorizada y prudente es la del periodista Nelson Bocaranda, que escribió ayer que las condiciones de Chávez en La Habana no son favorables y que por ello, Maduro y otros ministros viajaron hasta la capital de Cuba.
El 26 de diciembre, Chávez ya delegó las responsabilidades económicas a Maduro pese a que este había dicho que “estaba en plenas condiciones intelectuales”. Las señales son directas. El mensaje de Navidad del mandatario fue leído por Maduro, pero lo más probable es que el texto haya sido escrito por su equipo de comunicación. En él, el cariz también es de despedida.
El fetiche actual es, sin duda, la posible muerte del presidente de Venezuela, que deja a la cúpula del PSUV desorientada, a pesar de que Maduro fue designado como su sucesor. Mientras tanto, Henrique Capriles, líder de la oposición, mira de reojo al 10 de enero.