“La opción gira en torno a dos interrogantes: ¿cuán buena fue la presidencia de Obama, en particular en temas fundamentales, como la economía o la política exterior?, y ¿Estados Unidos puede confiar de verdad en que el siempre cambiante Mitt Romney haga mejor las cosas?”, escribe el semanario, refiriéndose al adversario republicano de Obama en los comicios.
“En base a esto, el (candidato) demócrata merece, por escaso margen, ser reelegido”, agrega.
El semanario afirmó que había apoyado “con entusiasmo” a Obama en 2008, al igual que millones de votantes, pero, indicó, en 2012 los estadounidenses “concurrirán penosamente a votar con mucho menos optimismo”.
En abril de este año, The Economist había estimado que la victoria en Francia del hoy mandatario socialista François Hollande, al que consideraba “peligroso” , sería negativa para el país y para toda Europa, y deseó que gane el expresidente Nicolas Sarkozy, “no tanto por sus méritos, sino para mantener fuera a Hollande”.