Covi señaló en un comunicado que ha sido “víctima de un engaño por parte de uno de sus proveedores todavía no identificado” ya que “se ha encontrado ADN de carne de caballo en uno de los productos”.
También insistió en que ha puesto en marcha una célula de crisis y ha exigido a sus proveedores que le aclaren en 48 horas el origen de sus productos.
La empresa, que tiene tres plantas de producción en Francia y una unidad de negocio internacional en Holanda, indicó que ha presentado una denuncia por engaño y estafa.
Según el Gobierno, que explicó que los platos en cuestión han sido ya retirados de la venta en Francia, se trata sobre todo de carne de ternera enlatada con la marca Hereford.
La compañía produce anualmente 30 millones de latas de carne de ternera vendidas en Europa, Rusia, Oriente Medio, África y Australia.