“Este mes puede que no tengamos o tengamos muy pocos recaudos. Estamos bajo una emergencia”, expresó Rosselló en rueda de prensa en el Centro de Convenciones de San Juan, el cual opera como centro de operaciones del Gobierno.
“Todas estas cosas se están tomando en consideración. Obvio que tomará un impacto. Hay una emergencia real”, enfatizó el jefe del Ejecutivo en la conferencia, donde anunció con beneplácito que lograron activar con electricidad el Centro Médico de Río Piedras (San Juan), donde se centralizarán todos los asuntos hospitalarios.
Actualmente, Puerto Rico sufre una enorme crisis económica, de una deuda fiscal que sobrepasa los 70.000 millones de dólares.
Como parte para disminuir esa deuda, el Congreso de Washington aprobó en 2016 la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa), creando así una Junta de Control Fiscal para velar por las arcas del Gobierno puertorriqueño.
Ante el impacto de María, la Junta aprobó al Gobierno local utilizar 1.000 millones de dólares de su presupuesto para servicios relacionados con los estragos del huracán.
No solamente el Gobierno local aprovechará esa ayuda económica para las pérdidas por el ciclón, sino que también la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) ya ha provisto a la isla con miles de litros de agua, comida, generadores de electricidad, toldos, 15 helicópteros, entre otras provisiones.
“También tenemos misiones aéreas y siguen llegando cinco barcazas. Además, contamos con cuatro equipos de búsqueda y rescate, alrededor de cien miembros del Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos especializados en recoger escombros y una unidad militar para levantar las torres de control del aeropuerto”, detalló el director de FEMA en Puerto Rico, Alejandro de la Campa.
Añadió que utilizarán el aeropuerto de Ceiba (este) “ para llegar todos los recursos con generadores, comida y agua para de ahí llevar a las regiones y distribuir a los 78 municipios”.
“Es un plan que se está ejercitando”, enfatizó el funcionario.
Al respecto, el gobernador Rosselló ha acudido a algunos de los sectores de más bajos recursos económicos en la isla, entre ellos en Barrio Obrero (San Juan), a repartir artículos de primera necesidad.
“Le hablamos a la gente para calmarlos frente a la adversidad. Personal de FEMA acudirá casa por casa para que hagan sus reclamos. Arrancaremos poniéndoles toldos en los techos de las casas y en las que han sido devastados, la estrategia es tenerles un nuevo hogar temporero”, dijo Rosselló.
Informó, además, de que mañana, lunes, visitará “comunidades marginadas”, como en los municipios de Las Marías o Maricao, donde estas ayudas no pueden llegar de manera terrestre y tratar de llevar artículos de primera necesidad por helicóptero.
“Estamos haciendo un análisis de no solo en el municipio que está operando, pero hay unas comunidades que están más alejadas”, recalcó.
Asimismo, algunos refugios ubicados en los sectores rurales de la isla, no cuentan con generadores de electricidad y comida, por lo que Rosselló se comprometió a ayudarlos desde mañana mismo.