Esa fluctuación del metal tuvo un impacto negativo de 14 millones de euros en las cuentas del Vaticano, agregó en un comunicado en el que se precisa que las cifras fueron presentadas el pasado 5 de julio por la Prefectura para los Asuntos Económicos.
Ese balance definitivo consolidado de la Santa Sede, como se denomina a uno de los dos principales balances financieros del Vaticano, indica que la partida de pagos de personal contaba con “ 2.886 unidades y aproximadamente 125 millones de euros brutos ” . Además, los pagos de impuestos computables por sus bienes inmuebles alcanzaron los 15 millones de euros.
El otro balance, el de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, con “una administración autónoma e independiente de las contribuciones de la Santa Sede”, que provee para las necesidades relacionadas con la gestión del Estado, cerró 2013 con un superávit de 33 millones de euros. Esto significa un incremento de unos 10 millones de euros en comparación con el año anterior, precisó el Vaticano.
La aportación de las jurisdicciones eclesiásticas de todo el mundo para el “mantenimiento del servicio que la Curia Romana presta a la Iglesia universal” pasó de 22,34 a 22,43 millones de euros, un resultado “sustancialmente estable”, según el comunicado.
Además, el Instituto para las Obras de Religión (IOR) aportó un total de 50 millones de euros al “Santo Padre, una suma significativa para sostener su ministerio apostólico y su caridad”. Si se tienen en cuenta ambos balances, precisó la Santa Sede, el resultado es un superávit de 10 millones de euros.